Un encuentro con la Palabra de Dios
13 de septiembre de 2017
«9Al oír las palabras de la ley, la gente comenzó a llorar. Por eso el gobernador Nehemías, el sacerdote y maestro Esdras y los levitas que enseñaban al pueblo les dijeron: No lloren ni se pongan tristes, porque este día ha sido consagrado al Señor su Dios. 10 Luego Nehemías añadió: Ya pueden irse. Coman bien, tomen bebidas dulces y compartan su comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza». Nehemías 8.9-10 NVI
Se reconstruyó el muro, se levantaron sus puertas y se implantó un plan de protección. Ahora hay que reconstruir la vida religiosa del pueblo que quedó entre las ruinas de la Ciudad Santa y los que regresaron del exilio. Comenzaron con la lectura de la Ley de Jehová. Necesitaban recordar los actos poderosos y amorosos de Dios para salvar su pueblo, el cumplimiento de sus promesas y todos sus mandatos. Con conocimiento, evitaban cometer errores del pasado, cayendo en pecado y sufriendo consecuencias. Fue un re-encuentro con la Palabra de Dios, de emociones fuertes. Se hicieron conscientes del alcance de su pecado y cómo se alejaron del camino de Jehová. Experimentaron la misericordia de un Dios fiel a Su pacto, que les dio la bendición de reconstruir la ciudad y el retorno de los deportados. Su poder y seguridad nacional se afirmaron con los muros levantados y las puertas aseguradas. El respaldo de Dios se afirmó recibiendo la Ley y haciendo compromiso de obediencia y fidelidad. Ese día se consagró al Señor y comenzó con una expresión de caridad compartiendo alimentos con quien no tenía. La lectura de la Biblia nos hace recordar lo que el Señor ha hecho en nuestra vida y cómo ha cumplido sus promesas. Sobre todo, nos hace conscientes de nuestro pecado, nos invita a la constricción y a la restauración, dándonos una nueva oportunidad. Recibir con alegría la Palabra de Dios y practicarla, es fortaleza que protege de situaciones que amenacen nuestra salvación desde una óptica integral.
Oración
Señor que podamos aquilatar el valor y la bendición de estudiar Tu Palabra. Es la fuente de la vida, porque nos ayuda a entrar por el camino de la consagración y la obediencia que nos salva desde una perspectiva integral. Que podamos siempre levantar nuestras manos en adoración y alabanza a Ti que eres el Señor de nuestra vida. En Tu nombre Te lo pedimos, Señor. Amén.