Iniciativa Promoviendo Salud y Vida: Coronavirus 2019 (COVID-19), Influenza y Micoplasma
Rvdo. Miguel A. Morales Castro Pastor General
Muy amados en el Señor, les saludo en el amor de nuestro Señor y Salvador Jesucristo en momentos que Puerto Rico atraviesa una serie de amenazas a la salud cuya solución, o al menos, su atenuación, está al alcance de todos nosotros. Se trata del virus de la Influenza y de la bacteria del Micoplasma. Ambas han afectado a gran cantidad de miembros de nuestras congregaciones y a miembros de nuestro Cuerpo Ministerial. Hay cosas muy sencillas que todos(as) podemos hacer, por ejemplo, lavarnos las manos con frecuencia, cubrirnos la boca con un pañuelo al estornudar y nunca con la palma de las manos. A ausencia de un pañuelo se puede usar la parte interna del codo. Podemos y debemos limpiar bien las superficies al alcance de nuestras manos. Estás y otras medidas tan sencillas, pueden hacer la diferencia entre la salud y un posible contagio. Son soluciones que no cuestan dinero, pero que nos pueden salvar la salud.
Adjunto a esta comunicación debes encontrar un documento producido por el Rvdo. Manuel Rodríguez Bidot con información sobre las enfermedades respiratorias que nos afectan en el momento. Aconsejamos a las congregaciones, al menos por un tiempo, a tomar medidas como las siguientes: el saludo de la paz se debe hacer sin darnos las manos. De igual manera debemos evitar unir las manos al hacer cadenas de oración. Debemos hacer cadenas de oración, pero sin tomarnos de las manos. Debemos recordar las medidas sanitarias para la distribución de la Cena del Señor que tomamos hace unos años atrás para evitar la propagación del SARS y el N1H1. Algunas congregaciones escogieron usar los envases ya preparados con la oblea y el jugo de uva. Otras tenían diáconos y diaconisas con guantes sirviendo los elementos uno a uno, sin que los usuarios metieran la mano en el plato. En lugar de pasar un plato para la colección de las ofrendas, que los feligreses pasen al frente y depositen sus ofrendas. Evitar el contacto corporal al momento de orar. En lugar de imponer las manos en la frente, que se impongan sobre el hombro. Muchas congregaciones hicieron disponibles “hand sanitizers” en las entradas de los santuarios y de los salones, y otras medidas similares.
Debemos pedirles a los padres no traer niños enfermos a la Escuela Bíblica. Los maestros deben estar pendientes por si observan alumnos con catarro o fiebre. Se debe aconsejar ir al médico.
Usen el sentido común y evitaremos contagios innecesarios. Lo aquí aconsejado, a la vez que es una respuesta adecuada a la amenaza del Micoplasma y la Influenza, sería idéntico a lo que deberíamos hacer en el caso de que surja en Puerto Rico la amenaza del coronavirus COVID-19. De hecho, la amenaza a la salud del COVID-19, es mucho menor que la del Micoplasma y la Influenza que nos afecta actualmente.
Nos gustaría contar con un inventario de recursos humanos, profesionales de la salud de nuestras congregaciones. Sean estos médicos, profesionales de la enfermería, epidemiólogos, etc. Agradeceré nos envíen sus nombres, área de especialidad y si posible, alguna manera de contactarles en caso de una emergencia en el país.
Sobre todo, debemos multiplicar la oración por el país. Dios sigue en el control y nuestra fe y nuestra esperanza está firme en sus promesas. Confiemos en el Señor y seamos prudentes. Hagamos la parte que nos corresponde a nosotros y estemos seguros de que Dios se ha de glorificar.
No hay razón para el pánico y hay muchas razones para la prudencia y tomar acciones para evitar contagios innecesarios. Oremos confiadamente y seamos agentes de bendición. Que así nos bendiga el Señor.