La Confraternidad de la Tercera Edad tiene como propósito proveer un organismo en el cual se reconozcan la existencia y valor de personas de la Tercera Edad y de los grupos, que se denominan capítulos.

A través de esta Confraternidad se desea fomentar que cada congregación cobre conciencia plena del valor de las personas de la Tercera Edad y provean espacio en sus programas para actividades apropiadas para esta población.

En la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) en Puerto Rico proclamamos que aún en la vejez damos fruto, porque estamos vigorosos y verdes para anunciar que Jehová, nuestra fortaleza, es recto y en Él no hay injusticia.

Misión

Ser una Confraternidad fructífera y vigorosa que reconoce la existencia y el valor de las Personas de la Tercera edad, viabilizando el desarrollo de talentos, los campamentos de verano, los encuentros sociales y su tradicional Encuentro Anual.

Meta

Ofrecer un acompañamiento y fortalecimiento al sector de la tercera edad en su enfoque misional desde las iglesias locales en un contexto de innovación y extensión de beneficios del reino de Dios, en la familia, comunidad de fe y en la sociedad de acuerdo a los dones y talentos que han recibido de parte de Dios.

¿Quiénes son las personas de la tercera edad?

Todas las personas jubiladas o pensionadas por cualquier causa, no importa la edad que tenga al momento de acogerse a los beneficios inherentes a ese status. El término incluye a aquellas personas que estando en dicha edad optan por seguir trabajando parcialmente, pero reservándose una porción de tiempo para el disfrute de su condición.

La  Confraternidad de Mujeres Cristianas (Discípulos de Cristo) en PR,  de la Iglesias Cristiana (Discípulos de Cristo) en Puerto Rico nació, creció y continúa desarrollándose gracias a la inquietud  de varias siervas del Señor, que guiadas por el Creador lograron convertir crear la Confraternidad y convertirlo en un círculo de amor que aúna el liderato espiritual de las Mujeres Cristianas (Discípulos de Cristo) en todo Puerto Rico.

En nuestra Constitución se establece lo siguiente:

• Nombre: Confraternidad de Mujeres Cristianas  (Discípulos de Cristo) en PR

• Preámbulo: Nosotras las Mujeres Cristianas (Discípulos de Cristo) en PR, nos consolidamos en una organización conocida como Confraternidad de Mujeres Cristianas.  Lo hacemos con la fe de que esta organización responda  y fomente una comprensión más profunda del amor de Cristo a través del servicio a la Iglesia, la comunidad y al mundo.  Nos consolidamos además, para promover una atmósfera de colaboración mutua y espontánea entre todas las miembros.

• Miembros: Serán miembros todas las mujeres de las ICDC en PR.
• Objetivos: Contribuir en la proclamación del Evangelio del  Señor Jesucristo.
• Llevar a cabo actividades que sean necesarias para el fortalecimiento de la mujer a través del estudio de temas para el crecimiento integral tales como: seminarios, talleres, conferencias, tertulias, otros.

• Estimular y fomentar la más amplia participación de todos sus miembros.

• Ser un canal de servicio a la Iglesia y a la comunidad ejercitando las capacidades y recursos de cada una de sus integrantes.

• Reafirmar y redescubrir el mismo sentir de sus fundadoras, llegar a los marginados y  menos afortunados.

• Al presente el Comité Ejecutivo está compuesto por: la Pastora Dalma Pérez Pimentel, presidenta; Bertha Rodríguez Morales, vice-presidenta; Carmen B. Cruz Oquendo, secretaria de actas; Marilyn Camacho Escobar, tesorera; Nilka Agosto Rivera, representante mundial y Rvdo. Félix Negrón Sierra, capellán.

• Todos estos integran la junta Directiva en unidad a la subtesorera Lucy Rosario Santiago;  la consejera, Mirta Laureano Hernández; la historiadora, Lcda. Norma Morales Báez; además de las coordinadoras o hermana enlace para las distintas regiones.

Síguelas en Facebook bajo el nombre: Confraternidad de Mujeres Cristianas Discípulos de Cristo en Puerto Rico.

Conoce la historia de la Confraternidad de Mujeres Cristianas

Allá por la década del 1920 comienza a surgir la idea de crear una organización de mujeres cristianas para ayudar en la tríplice labor de la iglesia: enseñar, predicar y socorrer al necesitado. Es entonces, que una joven dama, Secundina Torres (Cunda), inicia las gestiones para organizar las damas de la Iglesia Discípulos de Cristo de la Calle Comerío en Bayamón, la cual culmina felizmente en el 1928 bajo el pastorado del Rvdo. Carmelo Álvarez.  La llama siguió encendida y entre los años 1930 al 1933 se permite la organización de la Confraternidad de Mujeres Cristianas como parte de la Convención.  

Luego, reunidas dentro de un ambiente de festividad, alegría y espiritualidad en las facilidades del Campamento ‘’McLean Conference Ground” en Bayamón, se constituye la primera directiva. Esta quedó integrada por María Nieves de Díaz, presidenta; Secundina C. de Torres, vice-presidenta; Adelfa Pollock, secretaria; consejeras: las misioneras Selah Bean Morton y Mayne Jane Sampson Carpenter. La Confraternidad tiene motivos grandes de agradecimiento por la dedicación de estas misioneras, quienes fueron columnas fuertes durante el inicio y desarrollo de la institución.

En el 1939 la Confraternidad de Mujeres Cristianas (Discípulos de Cristo) en Puerto Rico se afilia a la Asociación de Damas Evangélicas de Puerto Rico, y en el 1955 lo hace con la Confraternidad Mundial de Mujeres Cristianas con sede en Toronto, Canadá.

La Sra. Flor María Piñero de Rivera, catedrática, bibliotecaria de la Universidad de Puerto Rico, distinguida escritora y misionera, fue nuestra primera Representante Mundial en la Convención de la Confraternidad de Mujeres en Canadá.  A través de la historia, la dirección, así como la gestión de obras de la Confraternidad ha estado en manos de mujeres de oración, sabias, líderes de la comunidad puertorriqueña miembros en plena comunión de nuestra Iglesia.