¡Queremos hallar gracia delante de Ti!
3 de marzo de 2017
«Mas Noé halló gracia ante los ojos del Señor. Noé era un hombre justo, perfecto (íntegro) entre sus contemporáneos (generaciones); Noé andaba con Dios». Génesis 6.8-9b (LBLA)
La desobediencia de Adán y Eva provocó el que fueran «abiertos los ojos de ambos, y conocieran que estaban desnudos, y cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales». Sin embargo, entre la amonestación y la palabra de castigo, el Dios creador es fiel a Su amor y hace provisión de cuidado como una manifestación de Su gracia en Su actividad creadora y de sustento. «Y el Señor Dios hizo vestiduras de piel para Adán y su mujer, y los vistió».
Más adelante, en el relato de muerte y desprecio de parte de Caín hacia su hermano Abel, encontramos una súplica de misericordia de parte de Caín hacia Dios: «Mi castigo es demasiado grande para soportarlo». El asesino que respondió a Dios con insolencia: «No sé. ¿Soy yo acaso guardián de mi hermano?», ahora teme por su vida ante su nueva condición de «vagabundo y errante en la tierra». Argumenta ante Dios: «sucederá que cualquiera que me halle me matará». El Dios creador es fiel a Su amor y hace provisión de seguridad como un obsequio de Su gracia. «Y puso el Señor una señal sobre Caín, para que cualquiera que lo hallase no lo matara».
En la narrativa que nos ocupa el día de hoy, el texto es dramático en su expresión. «Era mucha la maldad de los hombres en la tierra» y añade «toda intención de los pensamientos de su corazón era solo hacer siempre el mal». Ante una realidad opuesta al santo designio divino, el texto se hace de un recurso literario conocido como antropomorfismo y describe la reacción de Dios en términos humanos: «Y le pesó al Señor haber hecho al hombre en la tierra, y sintió tristeza en Su corazón». Puntualiza sobre Su determinación: «borraré de la faz de la tierra al hombre que he creado».
Ante la sentencia divina, solo bastó la presencia de un «hombre justo, perfecto…» que «andaba con Dios» y que «halló gracia ante los ojos del Señor». Conocemos la historia de Noé, quien ante la provisión de gracia del cielo fue obediente y un cuidador responsable de la vida. Al terminar la travesía, edificó un altar a Dios y en gratitud ofreció holocausto. Dios «percibió el aroma agradable, y dijo el Señor para sí: ‹Nunca más volveré a maldecir la tierra por causa del hombre… nunca más volveré a destruir todo ser viviente como lo he hecho›». El Dios creador es fiel a Su amor y hace provisión de vida.
Oración
Señor, ayúdanos a vivir en justicia e integridad llevados de Tu mano. Queremos hallar gracia en Tus ojos para ser de bendición en la tierra que nos has plantado. En el nombre de Aquel que es Camino, Verdad y Vida; Jesucristo el Señor. Amén.
Autor: David Cortés