Obrar en Su propósito
5 de agosto de 2016
“Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo” (Hch 9.17).
El joven fariseo, orgulloso de su erudición rabínica, obtenida a los pies del gran Maestro Gamaliel (Hch 22.3), aceptó la ministración de un sencillo cristiano, llamado Ananías, quien le impuso las manos para que recuperara su vista, y quien le evangelizó y le bautizó en el nombre de Jesús. Pablo se convirtió de perseguidor a predicador del Evangelio. Así dice el texto de los Hechos: “Enseguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que Jesús era el Hijo de Dios.” (Hch 9.20) Tal era su vehemencia y fervor, que algunos judíos de Damasco determinaron matarle. Enterados los creyentes de tal plan, ayudaron a Saulo de Tarso a escapar de Damasco, descendiéndole de noche por el muro de la ciudad en una canasta. Huyendo de sus perseguidores a Jerusalén, Pablo continuó predicando, para asombro y confusión de todos los que le conocían como enemigo de la Iglesia del Señor. Muchos miembros de la Iglesia se preguntaban si esta conversión era auténtica, y dudaban. Bernabé defendió a Pablo, lo buscó y lo presentó a los apóstoles. Aparentemente, los apóstoles y Bernabé aconsejaron a Pablo que se ausentara de Jerusalén para evitar encuentros con los que desconfiaban de él y que se retirara a su ciudad natal. (Hch 9.30) Este retiro a Tarso fue de mucho provecho para el que sería el gran apóstol de los gentiles.
Oración
“Todo obra para bien de aquellos llamados según el propósito de Dios”. Señor, reconocemos que, si nos disponemos a hacer tu voluntad todo obrará a nuestro favor y para el bien de muchos. Gracias por acompañarnos en medio de muchas pruebas. Por Jesucristo oramos. Amén.
Autor: Rvdo. Luis F. del Pilar