Nuestra esperanza de salvación está en el Señor
14 de diciembre de 2017
«2 Señor, ten compasión de nosotros; pues en ti esperamos. Se nuestra fortaleza cada mañana, nuestra salvación en tiempo de angustia». Isaías 33:2 (NVI)
Esta palabra pertenece al contexto de las amenazas de Dios para Judá y su anuncio de una promesa de restauración futura. El contexto histórico de estas súplicas, lamentos y promesas pudo ser en la época en que Ezequías se sometió a Senaquerib en el 701 a.C. El opresor podría ser Asiria, Babilonia o es un término genérico para designar a los opresores de Israel en su historia. El versículo es una súplica a Dios para que tenga misericordia de Su pueblo, porque ellos esperan solo en Él. Reconocen que solo el Señor puede ser su fortaleza cada mañana y le suplican lo haga porque tiene el poder para salvarlos en su angustia. Es un pueblo con una fe inestable que oscila reiteradamente desde la desobediencia, al juicio de Dios y a la promesa de restauración. No obstante, el pueblo acude quebrantado delante de Dios para pedir Su misericordia porque sabe que no se enoja para siempre. Dios da una palabra de juicio y una de restauración y salvación si nos retractamos. Actualmente, también tenemos una fe que oscila de la desobediencia, a vivir sus consecuencias y clamar a Dios por una oportunidad de restauración y salvación. Por eso, nuestra esperanza está solo en el Señor, quien siempre está dispuesto a darnos una oportunidad. Ahora, la realidad es que, aunque Dios concede oportunidades y nos salva, no debemos tentarlo constantemente. Es tiempo de entrar en una relación madura con Dios, transitando con firmeza por el camino de Su Ley y enseñanza sin atraer consecuencias negativas.
Oración
Gracias Señor, porque a pesar de nuestra inestabilidad en la relación contigo, Tú siempre escuchas nuestro clamor y nos restauras. Ayúdanos a mantener nuestra esperanza en Ti y a vivir de manera que nuestra conducta sea una expresión de adoración a Ti. Amén.