27 de julio de 2016

Hechos 3

«El hombre puso atención creyendo que le iban a dar algo» (Hechos 3.3 DHH).

La ubicación de nuestro templo fomenta que se acerquen personas buscando dinero para su adicción.  Manejo muchos de ellos, aclarándoles que no hay dinero, pero sí el acto de recibirlos entre nosotros para escuchar un mensaje de esperanza.  Algunos responden a la invitación, entran y se quedan un rato en el servicio.  Otros, rehúsan la invitación y se van molestos, al no lograr el objetivo económico.

El paralítico de la historia puso atención a lo que Pedro le iba a dar y decir.  Recibió la salud, para que no dependiera de lo que pudieran darle los que entraban al templo.

No necesariamente están frente al templo que asistimos, pero hay personas que caminan muy bien, visten muy bien, huelen muy bien y hasta sonríen muy bien, pero necesitan, no una limosna limitada, que desaparece de inmediato, sino una visitación especial del Espíritu Santo que haga una transformación de vida.

Estamos llamados a facilitar ese encuentro y proceso, con nuestro interés y atención, sin juicio, con mucho amor y misericordia, como lo hizo nuestro Señor y Maestro…  “Caminemos al templo” con nuestros ojos bien abiertos y oídos bien afinados para ver y escuchar la llamada de auxilio… Tenemos lo que necesitan.

Y en esta coyuntura de país en la cual vivimos, hagamos provisión para atender la necesidad material de los nuestros y de los que nos visitan buscando ayuda monetaria.  Muy posiblemente, se queden entre nosotros.

¿Quién te mirará con atención hoy, esperando recibir de ti?

Oración

Padre nuestro, ayúdanos a escuchar y atender con sensibilidad, a los que llegan a nuestra vida, necesitados en la dimensión espiritual y material.  Por Jesucristo Tu hijo, amén.

Autor: Luis Montañez