MENSAJE ANTE LA PANDEMIA DEL COVID-19 Cuarto Comunicado: Iniciativa promoviendo salud y vida: Coronavirus (COVID-19)

En tiempos de gran ansiedad y desasosiego es importante mantener abiertas las puertas de la esperanza en el país. Cerrar sin necesidad nuestros santuarios puede enviar un mensaje equivocado al pueblo. Nuestros santuarios son símbolos de algo más poderoso que los materiales de su construcción. Son lugares donde se cultiva la fe y la esperanza para un pueblo que necesita paz. Por ello, mientras sea viable y no se constituya en una amenaza, mantendremos nuestros templos abiertos, asegurando las medidas cautelares que hemos descrito en nuestra carta del 27 de febrero de 2020 que estamos incluyendo aquí. A ello añadimos que, para mantener los santuarios abiertos, los mismos deben ser higiénicamente limpiados y desinfectados antes y después de cada actividad. Igual con los salones de clase y cualquier área común donde se reúnan los grupos. Los baños deberán estar provistos de agua, jabón y desinfectantes. Como hemos dicho antes, cuando sea posible, debería proveerse desinfectantes en las áreas comunes. De no haber desinfectantes, se debe estimular a los asistentes a lavarse las manos antes de entrar a las actividades.

En el día de ayer, mientras hablaba la gobernadora, llamamos al representante Jr. Pérez para pedirle información específica sobre los cultos. Él se comprometió a llamar a la gobernadora para aclarar el asunto. En la tarde recibimos una llamada de la oficina del Presidente de la Cámara indicando que la gobernadora ni la cámara desean interferir con la libertad de culto. Que lo dejan a nuestra discreción. Nos recomendaron que siguiéramos los consejos en la página del CDC o la OMS (ver enlaces):
https://www.cdc.gov/coronavirus/2019 ncov/community/organizations/index.html
https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/downloads/community-mitigation-strategy.pdf
https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019

Aunque se mantengan abiertos nuestros santuarios hay una población que se debe abstener de acudir y es cualquier persona que tenga síntoma de cualquier enfermedad infecciosa. De igual manera, podemos solicitar a los envejecientes y a las personas con condiciones previas que se abstengan de acudir al santuario o a cualquier lugar donde haya gran concentración de personas y que, si acuden, que sean muy precavidos. Hay instituciones que le han solicitado a personas que han viajado fuera del país que no acudan a su lugar de trabajo o estudio hasta 14 días después, si no desarrollan signos de enfermedad. Esto lo dejamos a la discreción de cada congregación.

En los días por venir nuestras congregaciones deben establecer redes de comunicación para conocer el estado de cada miembro de la congregación. Esto se puede implantar usando a los grupos ya dispuestos en nuestras congregaciones como son los ancianos, diáconos, grupos de visitación o de membresía. Se deben llamar telefónicamente y periódicamente a todos los miembros de la iglesia durante este tiempo, porque muchos dejarán de asistir por miedo o por enfermedad. Debemos identificarlos y conocer su condición. Es importante mantener un listado actualizado de personas encamadas y en lugares de cuido. Conocer de su condición de salud, aunque esa información se recopile por la vía telefónica. Cada miembro es valioso y estoy seguro se sentirán felices en conocer que su congregación les valora y les cuida. ¡Dios les bendiga!