Labor en conjunto

21 de agosto de 2017

1 Crónicas 25-27

 

«Todos estos fueron hijos de Hemán, vidente del rey en las cosas de Dios, para exaltar su poder; y Dios dio a Hemán catorce hijos y tres hijas.  Todos ellos estaban bajo la dirección de su padre en la música, en la casa de Jehová, con címbalos, salterios y arpas, para el ministerio del templo de Dios.  Asaf, Jedutún y Hemán estaban por disposición del rey…»  1Cr 25.5-6 RV95

 

El cronista nos presenta la organización que había en el reino de David para poder gobernar al pueblo de Israel.  Menciona los nombres de los líderes, las funciones, las cantidades de personas que tenían a su cargo y los tiempos en que servirían en dichas tareas.  Por ejemplo, en la distribución de los músicos y cantores para servir en la casa de Jehová lo harían por turno, tanto los maestros como sus discípulos.  También habría porteros en las diversas áreas para vigilar y guardar, debían ser valientes y esforzados pues su función era la seguridad.  Menciona también los oficiales del rey quienes estaban a cargo de todos los negocios del reino y los generales del ejército con la organización mensual para el servicio militar.  David tenía sus consejeros los cuales le asesoraban en lo que fuese necesario.  Entre otras tareas mencionadas en el texto.

Quizás para algunos sea un poco tedioso leer las listas y nombres que el cronista hace en el libro, pero esto nos deja ver que cuando Dios nos delega una labor debemos: organizarnos, escoger la gente que entendamos tiene la capacidad y la buena actitud para la tarea, y que se debe trabajar en conjunto.  Por supuesto se debe tener visión y propósitos a realizar porque sin ellos no sabríamos a donde nos dirigiríamos.

Cuando Jesús estuvo en la tierra preparó y capacitó a los apóstoles por tres años y medio, no los dejó al azar, les dio la misión de llevar el evangelio (Mt 28.16-20) y luego mandó al Espíritu Santo para guiarlos para ejercer la labor.  Nosotros hoy como iglesia del Señor, también estamos emplazados por el Señor para que Su reino de paz y justicia se dé en nuestro entorno y país.  Pero esa labor debe ser organizada y en conjunto, valorando las personas y sus capacidades porque en la diversidad nos complementamos unos con otros.  Todos somos necesarios en la obra del Señor.

Oración

Señor, gracias por los dones que nos das para el servicio.  Permite que la tarea que pongas en nuestras manos realizar la hagamos con amor, responsabilidad y en humildad.  Que como comunidad de fe celebremos la diversidad y nos unamos como un solo cuerpo, cuya Cabeza es Cristo.  Amén.