La presencia del Señor
20 de julio de 2017
“Pero ¿es verdad que Dios habitará sobre la tierra? Si los cielos, y los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta Casa que yo he edificado? “(1 R 8.27/ RV 95)
Terminada la construcción del templo el arca del pacto es llevada al lugar santísimo y una nube desciende sobre el santuario (1 R 8.10-11). La nube es señal de la gloria de Dios que baja sobre el templo. Es similar a lo ocurrió en el tabernáculo cuando la presencia de Jehová descendía en medio del pueblo (Ex 40.34-38). Luego, en la ceremonia de dedicación del templo Salomón hace oración por Israel y menciona que el templo no puede contener a Dios, tampoco los “cielos de los cielos”. Esto revela que el ser humano no puede controlar a Dios y muestra importantes conceptos teológicos: Dios es grande, soberano y omnipresente.
Dios se hace presente en el templo cuando la iglesia, también en el mundo creado por Él (Sal 24.1-2). Por ello debemos valorar todo la creación y nuestro planeta que es la casa grande de todos, creado para la vida buena de cada persona. Cuando por avaricia, fines egoístas y lucro se le hace daño al planeta, entonces se promueven agendas de muerte e injusticias que no promueven la vida que Dios desea para todos. Hoy Puerto Rico vive momentos difíciles: gente enfermándose por cenizas tóxicas depositadas cerca de sus casas (en Peñuelas); privatización de terrenos para complejos turísticos en lugares ecológicos importantes (Playuela); recortes en los servicios de salud mientras las aseguradoras se enriquecen; recorte en los beneficios de los trabajadores mientras en el gobierno hay salarios exorbitantes; amagues de recortes de retiros del pueblo mientras que en el gobierno hay grandes pensiones; entre otros.
Como iglesia en la función profética nos toca interceder y acompañar, anunciar el evangelio y denunciar lo que está mal, cuidar el planeta y acompañar a nuestra gente. Si, como Su pueblo queremos que en la casa grande el Señor nos bendiga y Su gloria también se manifieste para vida.
Oración
Señor, gracias por nuestra tierra, gracias por tu presencia, gracias por tu Espíritu que nos mueve a toda verdad y justicia. Danos la valentía y la entereza de cuidar a los demás y a promover la vida para que tu gloria llene nuestra tierra. Amén.