Fuerzas para el camino
21 de marzo de 2016
Fuerzas para el camino
«Y Jesús, llamando a sus discípulos dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, son sea que se desmayen en el camino». (Mateo 15:32 – NVI)
Toda la atención de Jesús siempre estuvo y está sobre las personas. Sobre aquellos que se acercaban a escucharle y Él, a su vez, veía sus necesidades. Darse cuenta de la necesidad de una persona que está frente a nosotros, es de humanos. Ver la necesidad de cada persona que forma el conjunto de una multitud de cuatro mil personas, es divino. Jesús vio que la gente que le escuchaba con tanta hambre espiritual, a su vez experimentaba hambre física. Jesús sabe distinguir todo tipo de hambre que pueda surgir del ser humano. En esa ocasión, lo resolvió multiplicando lo que entre ellos había: siete panes y unos pocos pececillos. De esa forma, sació el hambre que les apremiaba y les permitió alimentarse para que pudieran tener fuerzas para el camino de regreso a sus casas.
También, da fuerzas para el camino de la vida. Conoce que éste puede tornarse extenso, tormentoso e incierto. Es por eso, que siempre reunía a los hombres a Su alrededor para alimentarlos, fortalecerlos y animarlos. Créame, el Señor atiende y responde al más ínfimo suspiro que usted pudiera exhalar, expresando el cansancio y fatiga que el diario vivir genera. Ni un solo suspiro suyo queda sin Su atención.
Edersheim hace notar que Jesús cuando terminó su ministerio en Galilea, lo concluyó con la alimentación de los cinco mil; luego, la alimentación de cuatro mil personas, finalizando así su ministerio entre los gentiles. Y, concluye con la última cena, cuando llega a la etapa final de sus días en carne entre los hombres.
Ofreció pan. Y, finalmente, se dio a Sí mismo como el pan vivo que nos fortalece cada día.
Oración: Maravilloso Señor, cuán agradecidos estamos de Tu compasión y misericordia. Gracias por la manera como nos amas y nos cuidas. Ayúdanos a ser cuidadosos buscando en Ti cada día las fuerzas para caminar en este mundo tan lleno de obstáculos. Que Tu fortaleza nos mantenga en pie y nos dé esperanza hasta el final de nuestros días sobre la tierra. En Jesús nuestro Salvador. Amén.
Autora: Rvda. Patria Rivera