En el propósito de Dios y contando con Su providencia
15 de marzo de 2017
«El Dios de mi padre ha estado conmigo…» Génesis 31.5b (RV1960)
Ante los ojos de cualquier persona, la vida de Jacob podría parecer una sencilla u ordinaria. En términos generales, él era un hombre común que pastoreaba las ovejas de su suegro a cambio de un salario, pero había algo en él que hacía una gran diferencia: estaba en el propósito de Dios y contaba con Su providencia.
Jacob no era el mismo que había llegado a la casa de Labán hacía veinte años atrás escondidizo, menesteroso y carente de carácter. ¿La razón?: el Dios de su padre había estado con él y le había prosperado en todo. Ahora, se acercaba un cambio importante en su vida y esa presencia y provisión de Dios se manifestaba en revelación y voz audible, señales inequívocas que impartirían a Su siervo la seguridad necesitada para emprender este nuevo reto. Era el tiempo de Dios para que este nuevo hombre continuara su camino y, el deterioro en las relaciones con su suegro fue el agente catalizador que le motivó a salir de su comodidad y discernir la voz de Dios.
La vida nuestra también podría parecer ordinaria. Tenemos compromisos y responsabilidades; nos quebrantamos física y emocionalmente; trabajamos, enfrentamos crisis… Lo que hace la gran diferencia en nosotros es, precisamente, que estamos en el propósito de Dios y contamos con Su providencia. Como en la vida de Jacob, Su voz a nuestro oído es dirección, solaz y esperanza que dulcemente marca el ¿qué?, el ¿cuándo? y el ¿cómo?, aunque no necesariamente el ¿por qué? Es una voz que apercibe, consuela, y provee, como en el caso de Jacob, para el perdón, la reconciliación y la paz.
¿Enfrentas momentos difíciles e inciertos? Cuenta con Dios y ubícate en Su propósito. El Dios de Abraham, Isaac y Jacob, es también el Dios tuyo. No es un Dios de palo que pudiera esconderse en un camello o ser hurtado por los amigos de lo ajeno. Es un Dios grande que tiene todo poder, Sus obras son evidentes en nuestra vida y puede trasformar tu necesidad en bendición y gloria.
Oración
Señor amado, Te adoramos. Gracias por darnos el gran privilegio de escuchar Tu voz, de contar con Tu guianza y presencia en nuestras vidas. Anhelamos que dejes sentir en nuestro corazón la dirección y la paz que necesitamos en el día de hoy. Al final, sabremos reconocer que todo ha sido simplemente, porque Tú has estado con nosotros. Amén.