En armonía, juntos en armonía…
25 de septiembre de 2016
«Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito» (1Corintios 1.10 NVI).
Un comentario común en las iglesias, es que el enemigo de los cristianos solo fue a la clase donde le enseñaron a dividir. Esa es su tarea principal.
Asistí a un evento educativo en Hawaii al que asistieron cristianos de distintas partes del mundo. Vestíamos diferente, hablábamos distintos idiomas, adorábamos en formas y estilos que tal vez ninguno había visto antes. Sin embargo, vivimos la maravilla de la unidad y la fe en el mismo Cristo Salvador de todos.
Los creyentes de Corinto, una iglesia viva y pujante, se vieron afectados por la mala semilla de la división. Se formaron grupos replegados hacia un líder o a otro. Incluso, un grupo se ubicó del lado de Cristo, como diciéndole a los demás: somos los únicos verdaderos.
Jesús mismo nos previno de la desunión. Tanto fue así, que oró al Padre a favor de la unidad de Su iglesia (Juan 17). Nos llama a practicar esa unidad. No nos llama a la uniformidad ni a pensar igual sino a modelar los valores del reino, en medio de las diferencias, y trabajar estableciendo ese reino aquí en la Tierra.
La unidad no ocurre espontáneamente. Hay que trabajarla, cuidarla y fomentarla. Nuestro país necesita una iglesia más unida que nunca ante la fragmentación política y social que vivimos.
¿Qué podemos hacer tú y yo hoy para fomentar la unidad de la iglesia?
Oración
Señor que amas las diferencias, ayúdanos a entenderlas y con ellas fomentar la unidad de Tu pueblo, desde lo que podemos hacer cada día. En Jesús. Amén.
Autor: Luis Montañez