Cuidado con los humos

27 de agosto de 2017

2 Crónicas 12-14

 

«Cuando se consolidó el reinado de Roboam y él se sintió fuerte, dejó de cumplir la ley del Señor, y todo Israel hizo lo mismo».  2 Crónicas 12.1 DHH

 

Olvidar de donde uno ha salido es traicionar la naturaleza de lo que somos.  Adquirir conocimiento, posición y olvidar los humildes comienzos típicos de todo aprendizaje, es comenzar a caminar por mal camino.

Los deportistas, virtuosos y famosos, se mantienen practicando y reforzando los fundamentos del deporte.  Carlos Correa y Francisco Lindor (peloteros estrellas puertorriqueños) siguen practicando y “fildeando” roletas desde sus posiciones de juego.  Ahora hacen actos de acrobacia en su desempeño, pero no se olvidan de los fundamentos que los llevaron hasta donde se encuentran.

Roboam se olvidó de sus fundamentos cuando su reinado se afianzó.  Su problema fue muy serio porque se olvidó del Señor y Su ley.  Su proceder motivó a su pueblo a actuar de la misma manera… Una tragedia de dimensiones espirituales.

No estamos a cargo de una nación, pero el Señor nos ha puesto a realizar un servicio para Él.  Esa encomienda es un privilegio que se realiza con humildad.  Muy posiblemente alguien, puesto por el Señor, nos tomó de la mano para ayudarnos en nuestros primeros pasos.

Es importante y necesario, recordar esas personas que nos guiaron y esos primeros pasos con gratitud.  Es requisito mandatorio permanecer arraigados al fundamento de nuestra vida: Cristo.  Cualquier “logro ministerial” hay que entregarlo a Él, la fuente de todo poder y sabiduría.  Esa entrega, a Sus pies, nos mantiene en el sitio correcto, sin que “se nos suban los humos a la cabeza y con los pies en la tierra”.

Oración

¡Cuanto regocijo tenemos Señor, de poder ser instrumentos de Tu gracia y de Tu amor!  Queremos depender de Ti siempre y ministrar con humildad para la gloria de Tu Nombre.  Amén.