Fernando Barbosa Álvarez nació y creció en una familia nuclear formada por familias entroncadas con los Discípulos de Cristo en Puerto Rico. Por un lado, los Álvarez-Pérez de Dajaos, Bayamón y del otro lado, los Barbosa-Román de Higuillar, Dorado. A ellos se unen los Santos-Martínez de Pájaros Candelaria en Toa Baja. Estas familias fueron forjadoras y fundadoras de congregaciones en esas localidades, y vinieron a ser parte integral de lo que hoy conocemos como la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo) en Puerto Rico.

Con esa herencia, y motivado por un abuelo, Carmelo Álvarez Pérez, que lo nutrió desde la cuna para que fuera configurando y cultivando un llamado al ministerio pastoral, se fueron conjugando los elementos que definirían un perfil vocacional en dedicación plena a la vida de la Iglesia. En ese proceso de búsqueda y afirmación su padre Fernando y su madre Elizabeth, fueron modelos claves y apoyo decisivo.

Desde muy niño demostró aptitudes para la oratorio, el don de gentes y el compromiso con la vida de la iglesia. Las insistencias de su abuelo Don Carmelo de poner los valores del reinado de Dios y la iglesia como prioridad marcaron a Fernando positivamente, como ha sido para el resto de la familia. A ello se une una ética del sacrificio y la entrega que fue modelada por una máxima contundente y diáfana: “Recuerden que la iglesia nos lo ha dado todo”, palabras de Don Carmelo Álvarez.

La otra dimensión esencial ha sido su formación académica. En sus estudios universitarios trabajó intensamente en equiparse para servir como ministro del Evangelio. Cuando llegó el tiempo de proseguir los estudios teológicos aprovechó al máximo lo que sus profesores y profesoras le proveyeron en el Seminario Evangélico de Puerto Rico. Tanto en la Universidad de Puerto Rico como en el Seminario Evangélico de Puerto Rico Fernando mostró su inteligencia y disciplina académica, graduándose con honores de ambas instituciones.

Posteriormente, Fernando culminó un doctorado en ministerio en Brite Divinity School, especializado en homilética, siempre con la mirada puesta en la pastoral y la educación cristiana y teológica.

Entonces, Fernando Barbosa Álvarez ha proseguido una ruta que viene trazada desde una llamada al ministerio, con la urgencia de seguir a Jesús en entrega total.

Áreas de enfoque pastoral: Educación Cristiana, Predicación