Cuando lo menos importante nos absorbe
27 de junio 2017
«Aunque si destruyeron todo lo que era inútil y de poco valor». 1Samuel 15.9c (DHH)
Una noche se informó el robo de un taladro de uno de los edificios de la compañía en la cual trabajaba. En la mañana comenzamos a hacer la investigación. De momento, la conversación se concentró en lo correcto o no, de la descripción del taladro, escrita por el guardia de seguridad. Contrario al dicho de hace unos años, “el tamaño si importa”, el robo del taladro fue real independientemente de su tamaño.
Saúl había recibido una orden, difícil de entender para nosotros, pero en aquel contexto había que cumplirla. El redactor señala que el pueblo tomó acción contra lo que no tenía que tomar acción. Luego usaron la acción tomada para argumentar, capitaneados por Saúl, que habían cumplido la voluntad de Dios… Tal acción fue la gota que colmó la copa. Saúl perdería su reino irremediablemente.
En el Nuevo Testamento, Jesús señaló a los fariseos que se ufanaban de diezmar hasta “la menta y la ruda” que nacía en el jardín, pero dejaban de actuar con misericordia hacia los más necesitados. Era bueno que diezmaran, pero era una ofrenda de amor entregar el corazón en servicio y ayuda a los que necesitaban consuelo y atención.
Diariamente enfrentamos decisiones y retos. Tomamos decisiones para realizar la vida. En ocasiones podemos invertir más tiempo y atención en lo menos importante y perecedero. Tal acción puede acarrear consecuencias no muy agradables.
Evaluemos con cuidado que es lo más importante y actuemos acordemente. Solo así evitamos las crisis y urgencias que luego capturan, obligatoriamente, nuestra total atención.
Oración
Gracias Padre, pues Tu Palabra nos guía y nos orienta para que “escojamos” la mejor parte y tengamos la victoria en todos los ángulos de nuestra vida. Amén.