¡Cierto o falso!
3 de febrero de 2017
La gracia, la misericordia y la paz de Dios el Padre y de Jesucristo, el Hijo del Padre, estarán con nosotros en verdad y en amor. Me alegré muchísimo al encontrarme con algunos de ustedes que están practicando la verdad, según el mandamiento que nos dio el Padre. 2 Juan 1.3-4 NVI
¿Cuántos hemos tomado un examen de cierto y falso? Algunas premisas eran tan parecidas a la verdad que se hacía muy difícil identificarlas. Como cristianos debemos tener discernimiento para poder distinguir la verdad de la falsedad.
A menudo se habla de la verdad y del amor, pero no siempre se practican. Muchas personas ocultan la verdad para alcanzar posiciones o bienes. Se tergiversa el sentido de las palabras y se sacan de contexto para satisfacer el ego.
Cristo es la antítesis de los valores que atentan contra la vida de la sociedad como lo son el egocentrismo, la violencia y la falsedad. Cristo es la verdad, la paz y el amor en persona. Si obviamos estas virtudes entonces negamos a Cristo. Por lo tanto, todo cristiano debe estar dedicado a estos principios.
En esto días, nuestro entorno está lleno de canciones populares, globos y tarjetas de felicitación, historias románticas… que resaltan el tema del amor. Todo esto nos inunda de sueños y sentimientos idílicos. Sin embargo, el verdadero amor parece escaso.
Son muchos los que acumulan riquezas, se apoderan de lo que le pertenece a los demás, engañan, oprimen al menesteroso y están al acecho por ser el “el número uno”. Por esto, es necesario conocer la verdad de Jesucristo, en contraposición a las mentiras que promueven la discriminación, la guerra y la mentira. Debemos evitar todo acto de injusticia para que no se propague la falsedad.
¡Cierto o falso! La falta de paz, amor y la falsedad son un asunto serio, y debemos tener cuidado de no pasarlo por alto. Es tan serio, que Juan escribió esta carta para alertar en contra de esto.
Una vez más propongámonos ser personas de verdad y de amor. Determinemos crecer en el conocimiento de Cristo y rechazar todo lo que no sea compatible con Su Palabra de vida.
Oración
Dios veraz, que nunca cambias y permaneces para siempre. Te suplicamos que Tu Espíritu Santo nos guíe a toda verdad. Por favor, ayúdanos a vivir en paz y en amor con un corazón limpio. Amén.
Autor: Gina Marrero