Quiero hospedarme en tu casa
Diciembre / Semana 17
Quiero hospedarme en tu casa
“Hijos, obedeced a sus padres…Padres, no hagan enojar a sus hijos.”
Versículos clave: Efesios 6:1,4 (TLA)
Reflexión:
¿Qué nos advierte el apóstol Pablo cuando señala: “Hijos obedezcan a sus padres… Padres no hagan enojar a sus hijos?” Que las dificultades están latentes en las relaciones paterno y materno filiares. Cuando nacen nuestros hijos, construimos proyectos de esperanza para los años venideros. Tener esperanza, conlleva invertir en el futuro de nuestros hijos y cultivar unas buenas relaciones. Sin embargo, en ocasiones no siempre es así. Situaciones particulares trastocan la esperanza que construimos al principio, el objeto de nuestros deseos y proyectos. Si la esperanza desfallece en las relaciones con los hijos, la falta de compasión, la frialdad e indiferencia pueden surgir. A pesar de esta realidad, la esperanza se mantiene como una fuerza liberadora y restauradora. ¿Experimentas signos de decadencia, de desesperanza, en la relación con tus hijos? Retoma la senda de la esperanza. Esto implica tener en cuenta a Dios y creer que aquello que uno desea o pretende, es posible. La esperanza te invita a mirar la meta deseada y a buscar un punto de partida. Conlleva confiar en Dios y propiciar las condiciones y la voluntad de hacer funcionar las relaciones. La esperanza cultiva el perdón mutuo, la reconciliación, el respeto y la confianza. En este nuevo año, el Señor te invita a volver al camino de la esperanza en las relaciones con tus hijos, y te dice: “Hoy es necesario que pose yo en tu casa”.
Oración
Dios de bondad e infinita misericordia, Te damos gracias por los hijos que nos has dado. Por la fortaleza que nos has brindado durante todo este tiempo para acompañarles en su desarrollo. Imparte sabiduría a nuestras vidas para fomentar y cultivar la esperanza de unas relaciones saludables con nuestros hijos. Deseamos honrarte. En el nombre de Tu Hijo Jesucristo, Te lo pedimos. Amén.
Cántico
Que no caiga la fe
//Que no caiga la fe,
que no caiga la esperanza.//
Que no caiga la fe, mi hermano,
Que no caiga la fe, mi hermana,
//Que no caiga la fe,
que no caiga la esperanza.//
Oportunidad de la semana
Desde el otro lado
Imagine que en el tiempo de un mes usted fallece prematuramente. Pregúntese: ¿Cómo cree que lo recordaría su hijo? ¿Y cómo le gustaría que le recordara? ¿Qué gestos amorosos o detalles de cariño le gustaría que su hijo conservara en su memoria? ¿De qué forma esta reflexión les ayudaría a ser mejores padres? ¡Cultiven la esperanza en las buenas relaciones!