Mi amor, ¿Cómo me veo?

Semana 23 

Cantares 1.15 

He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; He aquí eres bella; tus ojos son como palomas

Reflexión 

Perdí la cuenta de cuantas veces mi esposa me ha preguntado: “¿Cómo me veo?”.  Puede parecer una pregunta innecesaria y hasta peligrosa, si uno la contesta sin pensarlo e igualmente si la contesta pensándolo demasiado.  Pero es una pregunta interesante, una pregunta que espera una respuesta, y más que una respuesta, espera una afirmación.  No se vale la excusa milenaria de decir: “ella sabe que se ve bien, y no necesita que yo se lo diga”.  La verdad que en la pareja y en la familia en general cada uno y cada una necesita ser afirmado, valorado, apreciado.  Y no basta con asumir que lo somos.  Necesitamos escuchar la expresión de afirmación positiva, cargada de cariño y de encanto y emoción.  No es el momento de decirle a nuestra pareja lo gordo que se ve o lo mal que le queda tal o cual pieza de ropa.  Primero demos la afirmación llena de amor, luego podemos sugerir que se vería mejor con tal o cual cambio.  En el Cantar de los Cantares aprendemos que debemos expresar el amor y el cariño y no solamente pensarlo.  En este libro tanto el amado como la amada no tienen reparos en expresar lo hermoso o hermosa que es el amado o la amada a los ojos de su pareja.

Con el tiempo, aprendí a contestarle a mi esposa cada vez que me hacía la pregunta, sin mirarla.  Mi corazón siempre la verá con amor, siempre buscará mirarla primero a través de los ojos de Dios, quien nos ama como nadie.  Tanto nos amó Dios, que se entregó a Sí mismo por amor.  Así debemos amar.  Mi amor, no es como te ves, es quién tú eres.  Y como dice el Cantar de los Cantares: “tú eres hermosa, amiga mía, tú eres bella”.

Claro, no todas las metáforas del Cantar de los Cantares son fáciles de trasladar a nuestros tiempos… en algún momento de mi remota historia intenté leerle literalmente del Cantar de los Cantares a mi amada… hasta que llegué al verso en 1.9: “A yegua de los carros de Faraón te he comparado, amiga mía…”.  Y después de eso me busqué tremendo lio porque mi amada pensó que le estaba diciendo “yegua”.  Así que expresemos nuestro amor y nuestro cariño con cuidado, midamos las palabras, escojamos las mejores, pero no dejemos de expresarnos.  Tanto quien recibirá nuestras palabras, como quienes las digamos, necesitamos esas palabras.

 

CANTICO: Tu Nombre es como ungüento

//Tu Nombre es como ungüento derramado, ungüento derramado sobre mí//

Jesús, Jesús.  Tu Nombre es como ungüento sobre mí.

 

Oración

Amado Dios, gracias por las personas que pones al lado nuestro.  Enséñanos a verles como Tú les ves.  A amarles como Tú les amas.  A apoyarles como Tú nos apoyas.  Que en todo esto aprendamos de Ti y estemos dispuestos/as a amar como Tú amas.  En Tu nombre Jesús amado.  Amén.

 

Oportunidad de la semana

Esta semana buscaré las ocasiones en que le pueda expresar a mi cónyuge cómo le veo.  Le diré palabras de amor, con todo mi cariño y con toda la buena intención del mundo.  Le colmaré de elogios, y por cada cosa que vea que me moleste, buscaré al menos cinco que me agraden.