29 de agosto de 2016

Hechos 27.1-12

«Pero el capitán de los soldados hizo más caso al dueño del barco y al capitán del mismo que a Pablo» (Hechos 27.11 DHH).

Mi padre me consultaba, cada vez que lo visitaba, medicinas en mano.  Como farmacéutico, le orientaba sobre la forma correcta de tomar sus medicamentos.  En mi próxima visita descubría que había hecho lo contrario a las indicaciones correctas.  Al cuestionarle por qué no seguía mis instrucciones me decía: “es que fulano me dijo que lo mejor era…”  En Puerto Rico hay muchos expertos, sin diploma, en medicamentos.

Pablo trató de prevenir que tomaran un barco hacia Italia por la proximidad del invierno y el peligro de estar en alta mar, cuando éste está borrascoso.  No le hicieron caso.  El dueño del barco y su capitán pensaban en la ganancia que les representaba realizar el viaje.

Hay veces que no hacemos caso a quien sí debemos hacer caso.  Pensamos que sabemos más que los demás.  Minimizamos la experiencia y la madurez.

Los cristianos le hacemos caso a la Palabra de Dios.  Es nuestro libro de instrucciones.  Nos inspira y moldea las acciones de nuestra vida porque nos revela a Jesús, nuestro modelo, nuestro capitán y Señor.

Hay personas que abiertamente hoy rechazan esa autoridad. “Celebridades” del mundo artístico han dicho: “la Biblia no tiene nada que decirme sobre mi estilo de vida.  Es mi decisión”.  No polemizamos con el que cree así.  Oramos para que cuando el barco de sus vidas sea zarandeado por la ruda tormenta, puedan acudir al capitán, para que los lleve a puerto seguro.

Oración

Gracias Señor por ser capitán de nuestra vida.  Te pedimos por aquellas personas que conocemos, en peligro de zozobrar, para que te conviertas en capitán de sus vidas.  Por Cristo victorioso, amén.

Autor: Rvda. Patria Rivera