Altar Familiar- 25 de abril

Rvda. Sary Nitza Rosario Ferreira

Pastora ICDC Toa Alta – Pueblo

Región 4

Dios cumple sus promesas

Oremos al Señor dándole gracias por este tiempo de fortalecimiento espiritual

Entonemos el cántico: Muévete en mí

El Espíritu de Dios está en este lugar.
El Espíritu de Dios se mueve en este lugar.
Esta aquí para consolar.
Esta aquí para liberar.
Esta aquí para guiar.
El Espíritu de Dios esta aquí.

//Muévete en mí, muévete en mí,
Toca mi mente, mi corazón.
Llena mi vida de tu amor.
Muévete en mí, Dios Espíritu,
Muévete en mí.//

Lectura Bíblica: Salmo 40.17

Permita El Señor que podamos esperar en Él y en medio de esta pandemia, afirmar en esperanza como lo hace el salmista: “Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes” (Salmo 40.17).

Cantemos: ¡Que no caiga la fe, que no caiga la esperanza!

Coro

Que no caiga la fe, que no caiga la esperanza
Que no caiga la fe, que no caiga la esperanza
Que no caiga la fe mi hermana, Que no caiga la fe mi hermano
Que no caiga la fe, que no caiga la esperanza.

Si se cae la esperanza de tu pecho,
y se acaba el deseo de luchar,
no te olvides del rostro de tu pueblo,  
y confía que el Señor te sostendrá

Coro
Aunque el tiempo se presente muy difícil,
y se aumente entre nosotros la aflicción,
que no caiga la esperanza, hermana mía,
ni se apague la luz del Reino de Dios.

Lectura Bíblica y Reflexión: Isaías 41.8-10

¿Puedes recordar alguna promesa de Dios cumplida en tu vida? Experimentar el cumplimiento de las promesas de Dios en la vida es una gran bendición. El Dios de toda la creación se dirige a su pueblo en esta segunda parte del libro de Isaías que se conoce como el libro de la consolación. Dios le habla de una manera amorosa, compasiva y muy hermosa a su pueblo en medio de los sufrimientos que han experimentado. En este capítulo se reafirman maravillosas promesas de Dios. Promesas que nos recuerdan del amor y de la gracia de nuestro Salvador. Hoy en medio de los desafíos que vive nuestro planeta Dios continúa hablando a su pueblo y confirmando su provisión, protección y fidelidad.

Con la pandemia del Covid-19 estamos viviendo un trauma global, dice la Dra. Barbara Mc Clure. Por ende, necesitamos tomar las cosas con calma, aunque no sea fácil, ya que vivimos múltiples cambios y situaciones inesperadas cada día. Nuestro cerebro se está reajustando y asimilando muchos cambios al mismo tiempo y no debemos sobrecargarnos. Para manejar esto necesitamos recordar y reafirmarnos en lo que Dios nos dice en esta porción de la Escritura. 

Primeramente, Dios nos recuerda que somos de Él, que Él nos ha escogido y somos su siervos/as. El saber que pertenecemos a Dios nos ofrece un sentido de seguridad y paz en medio de las adversidades. Segundo, nos pide que hagamos dos cosas: “No temas” y “no desmayes”. Es lo único que nos pide. Hay una parte que te corresponde a ti y a mí que El Señor no la va a hacer por nosotros/as. Cada uno/a tiene que asumir su responsabilidad ante Dios y ante la vida. Tercero, Dios nos promete que estará con nosotros/as, que Él es el Dios que nos da fuerza, que siempre nos ayudará y siempre nos sustentará con la diestra de su justicia (v.10). Maravillosas promesas para cada uno de nosotros/as. Confiemos en estas hermosas promesas de Dios y atravesemos esta prueba de la pandemia del Covid-19 unidos/as en fe y esperanza porque Dios está y estará con nosotros/as. Esperemos en las hermosas promesas de Dios.

Escuchándonos: Tomemos un momento para escuchar las peticiones de cada miembro de nuestra familia, incluyendo a los niños/as.

Oremos juntos como familia por las peticiones de nuestra familia y de todas las familias de la Tierra: 

Padre Celestial, venimos a Ti en el nombre de Jesús, el Cristo resucitado, para darte gracias por tus promesas, por la promesa del Espíritu Santo sobre tu pueblo que es la Iglesia en la faz de esta Tierra. Gracias por que podemos esperar en fe y confianza que Tú cumplirás cada una de tus promesas para con tu pueblo. Señor, te presentamos las peticiones de cada familia de este planeta. Tú conoces sus necesidades, sus angustias y sus esperanzas. Ayúdanos a superar esta gran prueba global y aprender de la naturaleza, la cual se está restaurando en medio de esta pandemia. Ayúdanos a ver en medio de la situación difícil las bendiciones que cada día Tú nos envías. Ayúdanos a ver las cosas hermosas y positivas dentro de las situaciones que estamos viviendo. Gracias porque Tú estás con nosotros/as y porque tus promesas son fieles y verdaderas. Dejamos a nuestra familia en tus preciosas manos. Amén. 

Cantemos juntos: No hay Dios tan grande como Tú

//No hay Dios tan grande como Tú

No lo hay, no lo hay.//

//No hay Dios que pueda hacer las obras 

Como las que haces Tú.//

//No es con espada ni con ejército,

Mas con su Santo Espíritu.//

///Y esos montes se moverán///

Con su Santo Espíritu.