Altar Familiar: 4 de abril

No podemos bajar la guardia

Rvdo. Miguel López

Pastor ICDC Aguadilla

  • Comencemos con una oración de gratitud. 

Le damos gracias a Dios por su bondad y su gracia. Por todo lo que nos ha provisto y porque ha sido suficiente y sobreabundante. En especial, por su presencia que en estos días se hace tangible y evidente.

  • Entonemos el cántico “Soberano Dios”.

Soberano Dios

Dios Omnipotente, Rey de Reyes

A ti sea el honor, el imperio y la alabanza.

Desde ahora y para siempre, 

Por los siglos de los siglos, 

Exaltado seas Tú, 

Coronado seas Tú. 

Señor Jesús, Señor Jesús, Señor Jesús. 

Amén. 

  • Llamado a la adoración. Leamos la Palabra del Señor en el Salmo 138 (RVR60).

1 Te alabaré con todo mi corazón; 

Delante de los dioses te cantaré salmos. 

2 Me postraré hacia tu santo templo, 

Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; 

Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas. 

3 El día que clamé, me respondiste; 

Me fortaleciste con vigor en mi alma. 

4 Te alabarán, oh Jehová, todos los reyes de la tierra, 

Porque han oído los dichos de tu boca. 

5 Y cantarán de los caminos de Jehová, 

Porque la gloria de Jehová es grande. 

6 Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, 

Mas al altivo mira de lejos. 

7 Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; 

Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, 

Y me salvará tu diestra. 

8 Jehová cumplirá su propósito en mí; 

Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; 

No desampares la obra de tus manos. 

  • Entonemos el cántico “Te alabaran, oh, Jehová, todos los reyes”.

Te alabaran, oh, Jehová, todos los reyes, 

Todos los reyes de la tierra

Porque han oído los dichos de tu boca 

Y cantarán de los caminos de Jehová.

Porque la gloria de Jehová es grande.

Porque Jehová es perfecto en sus caminos. 

Porque Jehová atiende al humilde

Mas mira de lejos al altivo.

  • Motivos de oración: 
  1. Por los países más afectados por el coronavirus para que Dios les dé sabiduría para enfrentar la crisis de salud. 
  2. Por cada ser humano infectado y sus familiares, para que reciban la paz y consuelo de Dios. 
  3. Por los profesionales de la salud que arriesgan su vida, para que reciban ánimo y fuerzas de parte de Dios y equipo de protección de parte de los gobiernos. 
  4. Por todas las personas que aun tienen que continuar trabajando y exponiéndose a ser contagiados, para que en todo tiempo tengan la protección de Dios y la sabiduría para que se protejan.
  • Tengamos una lectura bíblica en 1 Corintios 9.22–24 (NVI).

22 Entre los débiles me hice débil, a fin de ganar a los débiles. Me hice todo para todos, a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles. 23 Todo esto lo hago por causa del evangelio, para participar de sus frutos. 

24 ¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero sólo uno obtiene el premio? Corran, pues, de tal modo que lo obtengan. 

  • Meditemos:

Los tiempos de pandemia que vivimos requieren de nosotros ejercitar todos los dones que el Espíritu Santo nos ha dado. Cuidar la vida requiere de nosotros esfuerzo y disciplina en este tramo de la carrera. No nos podemos descuidar. Para el apóstol Pablo, lo importante es “salvar a algunos por todos los medios posibles”. Su estrategia era hacerse débil, o sea, tener compasión por los débiles. Esto parece fácil, pero requiere de una gran disciplina. La misma disciplina que asume un corredor profesional o un boxeador profesional, según Pablo explica en los siguientes versículos.

En este tramo en el que estamos como país no podemos bajar la guardia. No podemos bajar la velocidad. Hay que seguir siendo disciplinados en el cumplimiento de las recomendaciones salubristas. Lo hacemos por amor a los débiles; nuestras hijas, nietos, padres y madres, abuelos. Lo hacemos por amor a Jesucristo nuestro Señor. Lo hacemos porque es lo que la Palabra nos dice, porque nos amamos nosotros mismos y apreciamos la vida, porque es lo correcto, porque somos discípulos de Cristo.

Sigamos adelante, confiados en el Señor, con fe, esperanza y disciplina.

  • Entonemos el cántico “Fortaleza mía”.

//Fortaleza mía, a Ti cantaré

Porque eres, oh Dios, mi refugio.

El Dios de misericordia.//

//Yo cantaré de tu poder

Y alabaré de mañana.

Tu misericordia, tu misericordia. 

Porque has sido mi amparo

Mi refugio en el día de angustia. 

Yo cantaré, Señor, de tu poder.//

  • Tengamos una oración por todos los seres humanos que están en sus hogares para que reciban del Señor la paz y paciencia necesaria para la convivencia saludable, con justicia y sin violencia. 

Que este tiempo sea de provecho para fortalecer nuestras relaciones familiares con la ayuda de Dios. 

Que la paz, el gozo y la libertad sea experimentada por todas las familias. 

  • Entonemos el cántico “Cuando alzo mis manos, Tú me das la victoria”.

//Cuando alzo mis manos, Tú me das la victoria.

Cuando canto para ti hay libertad. 

Cuando pienso en tu grandeza

Yo siento tu presencia.

Y al estar en tu presencia

Encuentro paz. Encuentro paz.//

  • Oramos por las peticiones de nuestros hermanos/as y las de la familia en particular.
  • Bendición Pastoral 

24 Jehová te bendiga, y te guarde; 

25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 

26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.

(Números 6.24-26)