3 de noviembre de 2017

Salmos 107–108

«¿Quién es sabio y guardará estas cosas, y entenderá las misericordias de Jehová?».

Salmos 107.43 (RVR1960)

El salmista comienza en el salmo 107 con entonación de exclamación invitando a la alabanza: «Alabad a Jehová, porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia». Culmina con signos de interrogación invitando a la reflexión: «¿Quién es sabio y guardará estas cosas, y entenderá las misericordias de Jehová?».

Entre lo primero y lo último se detallan las experiencias del pueblo y la respuesta de Dios ante el clamor que se levanta en medio de la angustia. Lo primero que ocurre en el salmo, la alabanza, es el resultado de lo último, la pregunta. Porque no hay alabanza si no hay respuesta a la pregunta «¿Quién…?».

Experimentar el favor de Dios sobre nuestra vida reclama de nuestra parte una respuesta. Pero esa respuesta no puede limitarse a una expresión de palabras, sonidos y gestos desentendidos y sin juicio. 

Como le sucedió al salmista, la vida nos ha propuesto cantidad de experiencias. Pero es importante puntualizar que el valor de cada experiencia es mayor cuando logramos sustraer de ella su enseñanza y aplicación. Una actitud arrogante y prepotente nos aleja de esa oportunidad y pone en nuestra boca una manifestación constante de quejas, gritos y maldiciones. 

«¿Quién es sabio…?», pregunta el salmista. El proverbio enseña que:

«El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza».

Por el contrario, una actitud humilde ante el hacer de Dios, reflexiona, pondera, discierne y alaba en espíritu y verdad. La alabanza del sabio nace de su corazón humilde porque Dios en su bondad le hace entender sus misericordias. Entonces la alabanza es un acto que se hace con entendimiento de lo que Dios hace y es expresado por todo aquel que con humildad atesora Su bendición. 

Oración

Señor, cuando medito en tus obras todo mi ser te alaba. Gracias te doy por tu sabiduría y misericordia. En el nombre de Aquel que es Camino, Verdad y Vida. Jesucristo el Señor. Amén