Dios puede transformar una crisis en un momento de celebración
«1Puse en el Señor toda mi esperanza; él se inclinó a mí y escuchó mi clamor. 2Me sacó de la fosa de la muerte, del lodo y del pantano; puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. 3aPuso en mi labios un cantico nuevo, un himno de alabanza a nuestro Dios.» Salmo 40.1-3a (NVI)
Los que hemos pasado por crisis extraordinarias en la vida, podemos comprender las imágenes que usa el salmista para expresar el momento de dificultad en que se encuentra. Hay situaciones en las cuales intentamos muchas alternativas, pero nos damos cuenta de que nada funciona. Son los momentos de gran ansiedad, de aflicción y de agobio, en los que nos sentimos como si estuvieran metidos en la fosa de la muerte. Es como si hubiésemos caído en un enorme pantano sin encontrar tierra firme para pararnos o de qué asirnos para salvarnos. No obstante, también han sido los momentos en que hemos elevado una oración perseverante, en medio de una crisis que no se soluciona, pero con toda la esperanza en que Dios en el momento indicado va actuar para librarnos. Dice el salmista que puso en el Señor toda su esperanza; y escuchó y atendió su clamor. Su intervención lo libró del agobio de la muerte, de la incertidumbre e inestabilidad de la crisis y le dio firmeza y seguridad. Recuperando su confianza puede andar sobre un terreno firme que no le resulta amenazante. Dios hizo y puede hacer una transformación radical de la situación que nos afecta y su efecto sobre las emociones. Por eso, es posible que el Señor nos quite un canto de angustia o de elegía y, en su lugar, brote de nuestros labios una nueva canción y un himno de alabanza. Cuando Dios nos rescata de la fosa de la muerte y nos devuelve la seguridad, la alegría es tan grande que nuestra expresión de gratitud hace brotar una alabanza.
Oración
Señor, en medio de las crisis ayúdame a que pueda mantener mi esperanza y confianza en Ti, sabiendo que Tu poder puede transformar la realidad. Ayúdame a comprender que en un camino de muerte puedes abrir otro de vida y podremos celebrar en gratitud lo que has hecho. Amén.