Destruir para construir
Semana 46: 13 de julio de 2017
Juan 2:19 (RVR)
Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo y en tres días lo levantaré.
Es lamentable cómo creyentes dentro del templo tratan sin la debida consideración lo sagrado y digno de respeto, Dios. Hablan, “textean”, si vibra o suena su celular se levantan sin considerar que Dios está hablando. Ignoran que “Dios está en Su santo templo: caye delante de Él toda la tierra”. Esto es en síntoma de lo ocurre en el corazón. El apóstol Pablo usa la figura del templo para referirse al cuerpo físico y espiritual del creyente, donde habita Dios. Si desatendemos nuestro templo espiritual, de igual manera descuidaremos los espacios sagrados del templo físico. Profanamos nuestro templo interior donde mora el Señor con pensamientos, sentimientos y conductas opuestos a su ética y moral como el maltrato físico y emocional a cónyuges e hijos, el orgullo, adulterio, fornicación, contiendas, etc. El templo de Jerusalén se volvió estéril, porque el pueblo era estéril en su corazón. Había que “destruirlo” para volver a construir uno nuevo, según el modelo de Dios. Jesús dijo: “destruid este templo, y en tres días lo levantaré”, refiriéndose a Su muerte y resurrección y a una nueva renovación y transformación espiritual. A veces es necesario “destruir” nuestro templo estéril espiritualmente, es decir, reformar lo existente de actitudes y conductas opuestas a Dios, y levantar, construir uno nuevo, según Su voluntad, lleno del fruto del Espíritu. Recuerda: “Donde esté tu tesoro, allí estará tu corazón”.
Cántico
Aquí estoy, Maestro
Aquí estoy, Maestro,
he oído Tu llamado
y necesito responder.
Aquí estoy, Maestro
mi corazón desea estar
donde Tú, mi Dios, mi Rey estés.
Transforma Tú mi vida
y hazla a Tu imagen
levántame del polvo, aquí estoy.
Enséñame a amarte
y solo a Ti entregarme,
Jesús mi Dios amado, aquí estoy.
Oración
Señor de gracia y misericordia, perdona mis actitudes y conductas que sé por conciencia que no están correctas delante de Ti. Ayúdame a ser capaz de renovar mi espíritu, reconstruyendo y purificando mi templo interior. Que no quede “piedra sobre piedra” de aquello que no te agrada en mi vida. En el Nombre de Jesucristo. Amén.
Oportunidad de la semana
Leer y reflexionar varias veces en la semana Isaías 44.1-28. Aprópiate de las bondades de Dios para ti en tu proceso de renovación espiritual.