Con las Manos Extendidas
Semana 27
11 Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. 12 Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. (Éxodo 17.11-12)
Reflexión
Esta sencilla historia del libro del Éxodo nos inquieta de muchas maneras. Hay un asunto simbólico en el hecho de que la victoria en medio de la batalla se dé en tanto y en cuanto el líder levante sus manos. Levantar nuestras manos es símbolo de alabanza, de acción de gracias a Dios, de adoración y, sobre todo, de reconocimiento de quién es Dios. ¿A quién debemos aclamar, a quién debemos reconocer, a quién debemos dirigir nuestra alabanza? ¿A los ídolos modernos que siga este mundo, no importando quienes sean? ¿O al único y verdadero Dios? Así nos ayude Dios, que solamente a Él le demos la gloria y la honra. Que podamos reflexionar y vivir nuestras vidas dándole el primer lugar en todo a Él. Pero la historia nos lleva un poco más allá, el asunto no es levantar las manos un ratito, el asunto es mantener las manos levantadas. En ese mismo sentido metafórico, el asunto no es haber creído en Dios en un momento dado o haber dado un paso en fe en algún momento. El asunto es perseverar, es mantenernos con nuestras manos, nuestra voluntad, nuestra confianza solamente en Dios. Y la realidad del asunto es que en muchos momentos experimentaremos cansancio, experimentaremos fatiga. Necesitamos por esta razón vivir la vida en comunidad de fe. Rodearnos de “Aarones”, “Aaronas”, “Hures” y “Huras” que estén dispuestos y dispuestas a sostener nuestras manos en los momentos de cansancio y fatiga. Nuestra fe ha de ser retada, ha de ser probada como se prueba el oro. Pero Dios nos ayuda en el momento difícil para que podamos vencer.
CÁNTICO: Alaba a Dios
Dios no rechaza oración… la oración es alimento…
Nunca vi un justo sin respuesta, o quedar en sufrimiento.
Basta solamente esperar lo que Dios irá a hacer.
Cuando Él levanta Sus manos es hora de vencer…
Oh alaba… simplemente alaba… estás llorando, alaba…
en la prueba, alaba… estás sufriendo, alaba…
No importa, alaba… tu alabanza Él escuchará.
Dios va al frente abriendo caminos, quebrando cadenas, sacando espinas…
Manda a Sus ángeles contigo a luchar, Él abre puertas nadie puede cerrar.
Él trabaja para los que confían, camina contigo de noche y de día…
Levanta tus manos, tu victoria llegó, comienza a cantar y alaba a Dios.
Oración
Amado Dios, ayúdame a mantener mis manos levantadas, déjame tener mi confianza puesta solamente en Ti y mientras Tú usas a Tus hijos e hijas al lado mío para sostener mis manos. Déjame, también, ser Tu instrumento para ayudar a sostener las manos de otros y otras. Por Cristo Jesús, Señor nuestro. Amén.
Oportunidad de la semana
¿Estás sosteniendo las manos de tus pastores y pastoras? ¿Eres fuente de apoyo en momentos difíciles para otros y otras? ¿Quiénes te apoyan y te estimulan para seguir adelante? Conviértete en un instrumento de Dios.