Yo perdono, pero no olvido
Noviembre 2016/Semana 10
Yo perdono, pero no olvido”
Texto bíblico – Mateo 6.5-12
Perdónanos el mal que hemos hecho, así como nosotros hemos perdonado a los que nos han hecho mal.
Reflexión
Con frecuencia escuchamos personas que nos dicen esta frase cuando oyen que la voluntad de Dios para nuestras vidas es la de que perdonemos como Dios nos ha perdonado. A veces lo decimos sin pensarlo, o entendemos que es un derecho que tenemos. No nos damos cuenta que lo que estamos diciendo es que no queremos dar un perdón tan completo como el que hemos recibido. Es casi como una advertencia, como si dijéramos: “te dejo pasar esta… pero yo te cojo bajando”. En el matrimonio, particularmente, esto nunca dará buenos resultados. Mientras no trabajemos desde el mismo amor que Dios nos tiene, y perdonemos como Dios nos perdona, estaremos impidiendo que nuestra relación con la persona a la que prometimos amar en las buenas y en las malas pueda seguir creciendo y desarrollándose plenamente. Que conste, que no estamos diciendo en manera alguna que debemos aguantar el maltrato, el abuso o la falta de respeto hacia nuestra persona. Eso nunca es aceptable en una relación. Me refiero a los errores, faltas y desaciertos que se dan en una relación todos los días y que a veces nos pueden desesperar. Cuando recién comenzaba una relación de casados con mi esposa, solía decirle en broma que ella nunca se ponía “histérica”, pero que a menudo se ponía “histórica”, porque se acordaba de toda la historia de todos los errores que yo había cometido desde el principio de la relación hasta ese momento. No necesitamos a alguien que nos recuerde que hemos cometido errores, pero podemos utilizar el apoyo de alguien que antes nos recuerde cuanto hemos aprendido y cuántas cosas hemos cambiado y mejorado. Cualquiera de nosotros puede argumentar que hay cosas que no olvidaremos, pero pensemos en lo poderoso que puede ser si en vez de olvidar, podemos escoger recordar de una manera diferente.
CANTICO
Salvador a Ti me rindo (225 HCB)
Salvador a Ti me rindo, y obedezco solo a Ti,
mi guiador mi fortaleza todo encuentra mi alma en Ti.
Yo me rindo a Ti, yo me rindo a Ti.
Te confiesa sus delitos, mi contrito corazón;
oye Cristo mi plegaria quiero en Ti tener perdón.
Yo me rindo a Ti, yo me rindo a Ti.
Oración
Amado Dios, gracias por Tu perdón, que es completo, que cobija todas mis faltas, que refleja Tu gran amor y misericordia. Ayúdame a imitarte, que pueda yo perdonar como soy yo perdonado, que pueda yo amar a quien está a mi lado como soy amado por Ti. Si en algo me han defraudado, en Tu nombre Jesús amado, les perdono. Amén.
Oportunidad de la semana
Esta semana buscaré oportunidades en las que pueda ejercer el don del perdón con mi cónyuge. Estaré dispuesto o dispuesta a revisar nuestra historia y si algo encuentro que no fue perdonado de mi parte, en el Nombre y el poder de Jesucristo quedará perdonado.