Desbordamiento
27 de octubre de 2016
Estoy muy animado; en medio de todas nuestras aflicciones se desborda mi alegría. 2 Corintios 7.4b (NVI)
Cuando era un muchacho, nos visitaba frecuentemente, un evangelista y maestro de la Biblia. Decía que las personas en el bar de la esquina, compraban cinco minutos de alegría al escoger una canción en las famosas velloneras de entonces. Siempre me llamó la atención el comentario, aunque a veces la canción que escogían era de pura tristeza y despecho.
Gravitamos hacia la alegría. El cuerpo humano requiere menos energía para la alegría que para la tristeza. La Biblia nos habla de la fortaleza del gozo. La alegría es momentánea. Depende de experiencias anímicas. El gozo es duradero. Depende de una relación estrecha con Jesucristo.
Eso explica por qué Pablo señala que desborda gozo (Reina Valera) a pesar de estar inmerso en tribulaciones. Como humano con sentimientos, experimentaba tristeza, pero sabía de quien dependía y quien estaba junto a él. Eso lo fortalecía y animaba.
Hay una tendencia a vivir en “bites” de alegría. En la búsqueda de ella se crean nuevos juegos electrónicos y aplicaciones para celulares inteligentes y deportes extremos. La meta es que se disparen los niveles de adrenalina relacionados a la sensación de alegría. No critico eso necesariamente.
El cristiano persigue adentrarse cada día más en el conocimiento de la Palabra de Dios, que nos inspira, y que provoca un entrelazamiento mayor con Cristo. Eso sí que genera gozo y fortaleza.
¿Practicas algún deporte o disfrutas de algún juego o aplicación que te provoca
alegría? Disfrútalo. Recuerda, sin embargo, que la alegría es momentánea. El gozo del Señor permanece.
Oración
Gracias Señor por las cosas que hago y que disfruto como ser humano emocional. Quiero afirmarme cada día más en mi relación contigo para vivir en el pleno y fortalecedor gozo tuyo. En Cristo, amén.
Autor: Luis Montañez