Oración y ayuno
13 de agosto de 2016
Hechos 14
“Constituyeron ancianos en cada iglesia y, después de orar y de ayunar, los encomendaron al Señor en quien habían creído” (Hechos 14.23).
Pablo y los otros discípulos fueron predicando la Palabra de Dios en Iconio y Listra. Aunque Pablo fue apedreado, continuó haciendo lo que Dios le envió a hacer. Es hermoso ver cómo la Palabra de Dios nos enseña a orar y ayunar para tener discernimiento.
La oración y el ayuno son de suma importancia en nuestra vida como cristianos. Orar nos permite tener discernimiento y dirección de Dios. Fortalece nuestro espíritu y nos permite hablar con Dios. Cuando oramos podemos darle gracias a Dios, alabar Su nombre, interceder por otros, presentar nuestras peticiones y escuchar Su voz.
El ayuno también es de suma importancia. Al ayunar, consagramos nuestro tiempo y cuerpo para estar en plena comunión con el Señor. En adición al ayuno de alimentos, podemos abstenernos de hacer ciertas cosas y dedicar ese tiempo a meditar en la Palabra de Dios y orar intensamente. Hoy, podemos abstenernos de usar las redes sociales o de ver nuestro programa favorito en la televisión, para dedicar ese tiempo a estar en comunión con el Señor y ser edificados por Su Palabra.
¿De qué manera podemos orar y ayunar en el día de hoy?
La oración y el ayuno nos permite tener discernimiento para que tomemos decisiones sabias bajo la voluntad de Dios, así como lo hizo Pablo cuando encomendaron al Señor ancianos a las iglesias. Cuando una iglesia ora, ayuna y busca la voluntad de Dios, a través de Su palabra, la misma se fortalece y crece en el nombre de Jesús.
Oración
Amado Dios, gracias porque podemos hablar contigo a través de la oración. Queremos estar en comunión contigo en todo tiempo. Ayúdanos a orar, ayunar y consagrar nuestro tiempo para Ti. Necesitamos Tu discernimiento y sabiduría para tomar decisiones en nuestra vida y en la vida de Tu Iglesia. Oramos en el Nombre de Jesús. Amén.
Autor: Rvda. Geritza Olivella