10 Consejos para desarrollar tu proyecto social
Nos acercamos al joven Edgardo Vázquez Fonseca, MPH, DrPH(c) de la Iglesia Cristiana Discípulos de Cristo en Guaraguao Abajo y que hoy día es director del Proyecto PACTo: Enhanced HIV Care Access and Retention for drug users en San Juan, Puerto Rico, para que nos brindara 10 consejos al momento de crear nuestro proyecto social y esto fue lo que nos dijo.
Sabemos que será de gran ayuda para la realización de la propuesta y que también les ayudará a seleccionar una necesidad en particular en su comunidad.
Consejo #1- Identifica las fortalezas en tu equipo de jóvenes. Esto les permitirá una repartición de tareas de forma equitativa.
Este consejo es importante dado a que este tipo de proyectos se hace eficiente en la medida en que el equipo de trabajo asuma una responsabilidad que le sea real poder llevar a cabo. Lo que hace distinto estos proyectos sociales del resto, es que Dios es nuestro centro. Por lo tanto, nuestra mayor fuente de energía y motivación debe basarse siempre en el amor de Cristo, reflejado en servir al prójimo.
Consejo #2: Rompe con los estereotipos y prejuicios
Es necesario que puedan estudiar la comunidad a la que van a servir y puedan capacitar a todo el equipo de trabajo con talleres o charlas que le permitan comprender las características de la población y, en ciertos casos, cambiar la percepción sobre algunos conceptos, ideales y filosofías previas, que pudieran ser barrera para llegar a la población de una forma saludable.
Tener prejuicios es normal, no se debe sentir culpable al identificarlos; no obstante, sí es importante no ignorarlos y trabajar con cada uno. Por eso la capacitación del equipo de trabajo antes de realizar la obra de servio puede ser de gran ayuda en muchos casos.
Consejo #3 Conoce a la población a la que deseas servir.
Para que el trabajo sea eficiente, es importante este factor. No toda buena intención resulta en beneficio para quien recibe la ayuda. No conocer la población a la que se desea servir, puede corromper el propósito y el esfuerzo del proyecto y sus componentes; una mirada, un gesto, una respuesta, un comentario fuera de lugar. Se debe conocer su cultura dado a que cada población tiene sus propias características y determinados factores sociales. Conocerlos ayudará a dar un servicio más dirigido y eficiente.
Consejo #4 Realiza un estudio de necesidades
Una vez conocida la población de interés y el equipo de trabajo esté establecido, se debe realizar un estudio que revele la necesidad real de la población. Hacer preguntas, cuestionarios, visitas al campo o lugares en donde frecuente la población, son algunos ejemplos de cómo lograr este objetivo. Es importante, que esta tarea sea acompañada de una buena revisión de literatura (papers, investigaciones, informes), que permitan conocer otros detalles que pudieran ser importantes no pasar por alto para un mejor servicio.
Consejo #5 Consigue un buen Mentor (es)
Esta persona debe tener experiencia trabajando con la población de interés. La información que nos proporcione será valiosa y evitará cometer errores que pueden retrasar o parar el proyecto en su totalidad. Éste sabrá cómo reaccionar ante ciertos eventos que pudieran presentarse en el camino y ayudará a identificar la mejor manera de proceder. De igual forma, pudiera ayudar con la formulación de reglas que servirán para la seguridad de ambas partes.
Consejo #6 Desarrollar la metodología
¿Cuándo?, ¿Cómo?, ¿Por qué?, ¿Dónde?, ¿Quiénes?; son algunas de las preguntas que deben contestarse en esta parte. Como mínimo, la propuesta debe contemplar una meta, una misión y un propósito. Todo el equipo deberá conocer y estar de acuerdo a trabajar en conjunto para lograr el mismo objetivo.
Consejo #7: Define los Valores
Los valores pudieran establecerse como parte del desarrollo de la propuesta. Somos una iglesia que ama como Cristo, la empatía, la solidaridad, la compasión, no deben faltar en esta lista. Los mismos deben ser bien definidos y comprendidos por todo el equipo de trabajo. Cada miembro debe entender lo importante del compromiso y la iniciativa. Esto será el motor que ayudará al proyecto a moverse en la dirección correcta.
Paciencia y Flexibilidad
Dentro de los valores es importante que observes estos dos términos: paciencia y flexibilidad, dado a que si no se tienen bien claros, el esfuerzo pudiera desembocar en desilusión y/o general fatiga por compasión. Se debe promover la capacidad de adaptarnos a los cambios que requiera el proyecto. Seguramente estos cambios surgirán en la medida que la población de interés lo solicite de forma directa o indirecta. No siempre se consiguen los resultados que se piensan en un principio; no siempre se cuenta con la ayuda que se pensaba recibir. De no resultar como pensado, es aconsejable detener el proyecto para su reestructuración, enfocados en nuevas metas y formas de operar. De lo contrario, pudiera ser contraproducente, ocasionando fallas que pudieran herir tanto a la población servida como a los miembros del proyecto.
Consejo #8: Determinar el Presupuesto
También debería ser parte de la propuesta. Aunque no todos los proyectos sociales requerirán de un fondo específico, se debe considerar que ciertas tareas requerirán una inversión económica. Esto puede ser en: materiales, talleres de capacitaciones, misceláneos, entre otros. Las donaciones permiten que los fondos que se logren obtener, sea por esfuerzos individuales o por la iglesia, vayan dirigidos a los asuntos de mayor prioridad.
Consejo # 9: Evaluación
Esta etapa es una de las más importantes en este tipo de proyecto. ¿Se logró el resultado? ¿Cómo vamos con respecto a lo proyectado? Para que un proyecto social pueda permanecer, se deben establecer ciertos parámetros que permitan calificar la calidad y el esfuerzo del servicio a medida que pasa el tiempo. Identificar buenos indicadores es una de las tareas más importantes, dado a que por medio de éstos podemos realizar una evaluación justa. Esta evaluación pudiera estar acompañada de proyecciones de corto o largo plazo. Esto ayudará al equipo de trabajo a enfocarse y organizarse mejor.
Consejo #10: Recolección de datos
Puede que tu proyecto social sea un proyecto novel. Esto generará información valiosa que podrá ser utilizada a beneficio del proyecto, para establecer nuevas metas y objetivos, y/o para mejorar la calidad del mismo. De igual forma, servirá para proyectos que puedan acceder a la información como base para replicar el servicio en otra área o población. También, será información que pudiera ser utilizada para justificar la necesidad de fondos, creando propuestas o incluso, creando políticas públicas que ayuden al sistema a mejorar su servicio en aquellas poblaciones en donde se haya percibido alguna necesidad.
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Felicitamos a aquellos que ya están trabajando en su proyecto o que ya realizaron su obra de servicio. Pero si todavía te encuentras en ese proceso, aún estás a tiempo. El 31 de agosto es el último día para entregar la propuesta al Centro Cristiano, puedes hacerlo por correo electrónico, enviándola a reto@discipulospr.org. Recuerda que también puedes acceder www.discipulospr.org/retoalajuventud.
Recuerda para servir no hace falta dinero, solo amor. #SinOroniPlata 💪