“Más discipulado, menos multitasking”

15 de agosto de 2016

Hechos 15.22–16.10

“Así que las iglesias eran animadas en la fe y aumentaban en número cada día” (Hechos 16.5).

 

Vivimos en los tiempos del “multitasking”.  Gracias a los adelantos tecnológicos, podemos calentar un plato de comida en el microondas, comprar un artículo por internet en la computadora, ver televisión y escuchar música desde el celular.  Todo, a la misma vez.  Un teléfono celular hace el trabajo de un GPS, cámara fotográfica, calculadora, brújula, radio, reproductor de videos y mucho más.  A veces pensamos que tenemos la capacidad de hacer muchas cosas a la vez como estos aparatos electrónicos.  Lo cierto es que hay muchas cosas que podemos hacer a la misma vez, pero no necesariamente le brindamos la atención requerida a todo lo que hacemos.

Cuando servimos en la iglesia, nos encontramos con personas que quieren hacer todo el trabajo y personas que prefieren que los demás hagan lo que les corresponde hacer.

Pablo llamó a Timoteo para que lo acompañara en sus viajes y fuera parte de la tarea de la predicación del evangelio de Jesucristo.  Hay quien pueda pensar que Pablo no necesitaba compañía porque estaba muy capacitado para hacer la tarea solo.  Pero qué bueno que la Palabra del Señor nos muestra la importancia de incluir a otros en el proceso de compartir el evangelio y servir.

En ese proceso en el que Pablo y Timoteo predicaban el evangelio, las iglesias eran animadas en la fe y aumentaban en número cada día.  Cuando nos disponemos a discipular y a enseñar a otros la Palabra de Dios, el deseo de servir se hace ferviente en el corazón de los que se añaden.

Es más fácil que una sola persona haga todas las tareas en la iglesia.  Es más difícil enseñar y discipular a otros.  Toma mucho más tiempo, pero es mucho más edificante.  La iglesia se mantiene viva y se expande cuando enseñamos la Palabra, discipulamos a nuevos creyentes y creamos espacios de servicio en el que toda la iglesia participe e impacte la comunidad y lugares cercanos del templo.

¿Estamos más enfocados en hacer todo el trabajo nosotros que en discipular a los nuevos creyentes?  ¿De qué manera podemos identificar a los Timoteos que están a nuestro alrededor e instruirlos en la Palabra de Dios?

Oración

Gracias Señor porque Tu Palabra nos enseña el camino a seguir.  Gracias por los hombres y mujeres que, como Pablo, se ocuparon en enseñarnos Tu Palabra.  Gracias por las personas a nuestro alrededor, que, como Timoteo, Tú estás llamando para tareas especiales.  Ayúdanos a que podamos trabajar como equipo, como Cuerpo de Cristo.  Ayúdanos a ser menos “multitasking” y a discipular con amor y paciencia a los nuevos creyentes en la fe.  Lo pedimos en el Nombre de Jesús.  Amén.

Autor: Rvda. Geritza Olivella