Una cuarta parte de la manzana

Abril 2017/ Semana 35

“Recuerdo tu fe sincera, como la que tuvo primero tu abuela Loida…”  2 Timoteo 1.5-7

Desde hace unos años a esta parte, hemos notado un aumento en anuncios que incluyen a personas de la tercera edad. Anuncios de planes médicos, celulares y recientemente de una marca de auto muy común. Y es que por mucho tiempo se había olvidado esta población tan significativa y fundamental. La sociedad moderna o post moderna rinde culto a la juventud, la belleza y el poder. Los valores del Reino de Dios siempre han estado claros, están opuestos a los valores del mundo. Por ejemplo, la Biblia tiene innumerable cantidad de versos dedicados a la vejez, todos ellos vinculándolos a la sabiduría, la experiencia y la estabilidad. Vemos, incluso ancianos como Simeón, Ana, y otros más, están relacionados con la vida de Jesús en sus primeros años. La Biblia no olvida a nuestros ancianos y les ubica en un sitial importante.

Son pocas las memorias que tengo de mis abuelos y abuelas, era muy pequeña cuando partieron con Dios. Sí recuerdo varios momentos gratos con abuela María. Doña María fue muy pobre y siempre actuaba con modestia. Algunos sábados pasábamos por Villa Nevares a ver a la abuela. Al momento de los adultos tomar café, abuela nos traía una manzana para mi hermano y para mí. Servida en un platillo y partida en 4 pedazos aprendimos el valor de compartir.

El apóstol Pablo en la Carta a Timoteo (2 Timoteo 1.5-7) nos recuerda también el valor de compartir. Pablo da gracias a Dios por  Loida, la abuela de Timoteo. El joven pastor recibió de manos de su madre Eunice la fe sincera que fue a su vez compartida por Loida. Ese depósito de fe pasó de manos de una abuela consagrada, una madre fiel hasta un nieto que sería pastor. Es posible que Loida no sea reclutada para un anuncio en los medios, pero su nombre y obra quedo registrada en la Palabra de Dios. Loida y cientos más nos recuerdan que Dios tiene en cuenta a las personas de tercera edad. Es menester honrarles, cuidarles y recibir sus consejos sabios para la vida. A final de cuenta, tú y yo, ocuparemos ese mismo sitial en algún momento. Jesús nos deja la clara recomendación de hacer y ser con los demás de la misma manera que deseamos que sean con cada uno de nosotros.

 

Oración

Dios nuestro, gracias por las personas de la tercera edad en nuestras vidas. Permítenos ser sensibles a sus necesidades y honrarles como tu Palabra nos reclama.  Amén.

Cántico

Más como Cristo (# 142 – Himnos de la Vida Cristiana)

Oportunidad de la semana

Identifica en tu familia o congregación a alguna persona de la tercera edad y ora con y por ella durante el tiempo que el Señor les ponga en el corazón.