¿Quieres ser Sano?

Diciembre / Semana 15

¿Quieres ser sano?

“Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo.”

 Versículos Clave: Juan 5.5-8 (RVR)

Reflexión:

El matrimonio tiene altas y bajas.  Abordamos los tiempos difíciles con las herramientas que aprendimos en la crianza o las experiencias adversas que modifican la manera de abordar la adversidad de manera adecuada, con fe y esperanza.  ¿Experimentas frustración, incertidumbre y desesperanza en algún aspecto de tu vida matrimonial?  ¿Problemas de relaciones interpersonales, económicas, o de salud?  Jesús le pregunta al paralítico: “¿Quieres ser sano?”  Su respuesta fue de resignación y pérdida de todo deseo o proyecto de vida.  Había perdido la esperanza.  La esperanza exige una mirada a la meta, un paso en el camino.  La esperanza en Dios es una invitación, una promesa de buenas nuevas para levantar el ánimo.  Los desafíos de vivir la esperanza ante una situación desalentadora, provocan dudas.  El paralítico no creyó que Jesús pudiera obrar en su circunstancia.  ¿Dudas que tu situación tenga solución?  La esperanza es una actitud del corazón.  Sin motivación y esperanza nos quedamos estancados en la pasividad y la resignación.  ¡No te resignes!  ¿Acaso hay algo imposible para Dios?  Ve tu situación como nuevos puntos de partida hacia la fe y la esperanza.  No lo veas como obstáculos que imposibilitan el levantarte y trascender.  La esperanza implica alcanzar un bien posible y deseable.  Este nuevo año nos desafía.  Nuestra esperanza debe estar sostenida en las promesas de Dios.  “Levántate, toma tu lecho, y anda”.

 

Oración

 

Señor, esperanza mía y castillo mío, Tu Palabra nos dice que Tú serás la esperanza y la fortaleza de Tus hijos.  Ante Ti presento mi matrimonio y la situación que nos aqueja.  Que no nos resignemos ante el problema, sino que, con Tu ayuda y dirección, nos levantemos y caminemos con fe y esperanza.  Renueva nuestras fuerzas en este nuevo año.  Te lo pedimos en el nombre de Tu hijo Jesucristo.  Amén.

 

Cántico

Sublime Gracia

 

Sublime Gracia del Señor

que mis pecados, borró.

Fui ciego, mas hoy puedo ver

perdido y Él me halló.

 

Su Gracia me enseñó a temer,

mis dudas, ahuyentó.

Oh cuán precioso fue a mi ser

cuando Él me transformó.

 

De mis cadenas Él me libró.

Mi Dios, mi Salvador

Murió por mí.

Y como un rio Él derramó

Sublime gracia y grande amor.

 

En los peligros o aflicción

que yo he tenido aquí,

Su gracia siempre me libró

y me guiará feliz.

 

(CORO)

 

Y cuando en Sion por siglos mil

brillando esté cual sol,

yo cantare por siempre allí

Su amor que me salvo…

Su amor que me salvo…

 

(CORO)

 

Oportunidad de la semana

Salir de la rutina

Una vez a la semana, el esposo(a) prepare una sorpresa para su cónyuge.  La sorpresa tiene que consistir en algo que sepa que al otro le gusta mucho.