Pensando en los preparativos

 

Pensando en los preparativos

Una voz que grita en el desierto: “Preparen el camino del Señor; ábranle un camino recto.”

Juan 3:4 (Dios Habla Hoy)

“Llegó, llegó, llegó la Navidad” es el estribillo de una conocida canción navideña y con ella muchos se preparan para las fiestas. Si nos dejamos llevar por el ambiente del comercio, pareciera que desde septiembre nos “impulsan” a prepararnos. Y es que Nuestra Navidad resulta ser una de las más largas en el mundo occidental. Empiezan con el mal llamado viernes negro y culminan para algunos en las Fiestas de la Calle San Sebastián. La comercialización de esta época lleva a cientos de personas a abandonar el calor de la Mesa en Acción de Gracias para ir a las fieras filas en las tiendas. Esta acción debe llevarnos a la reflexión sosegada de nuestras vidas y las rutas que deseamos seguir.

Juan el Bautista alzaba su voz en medio de un pueblo que hacia preparativos para la espera del Mesías. Los preparativos estaban alineados con las expectativas que tenían del nacimiento del mesías. Muchos esperaban a un libertador político o militar, pocos imaginaban un Salvador cuyo alcance era liberar al ser humano en la totalidad de su vida, no un solo aspecto.

Como familia, ¿cuáles son nuestros preparativos hoy? ¿Cuáles son nuestras expectativas sobre la Navidad? Más aun, ¿qué herencia vamos a dejarle a las generaciones que nos observan? ¿El examinar las páginas de los “shoppers” con más entusiasmo que las páginas del Evangelio de Lucas? ¿Aglutinarnos en los centros comerciales con más fervor que en el templo? Recuerdo una conversación en la fila de una tienda. “¿Compraste todo lo que necesitabas?” – preguntó una persona a lo que la otra respondió.  “Conseguí este especial para la cunada, con esto mato a mi tio y aunque no sé si beba le compre estas copas a mi compañero de trabajo.” Por unos segundos quedé sin aliento y Dios me pidió que reevaluara también mi lista de regalos.

Desde la cruz contemplo el mejor y más grande regalo al mundo. Pensemos entonces, ¿qué regalos con significados serán los que ofreceremos? Aquí algunas ideas: cenar juntos en la mesa, ir juntos al culto, expresar verbalmente y con gestos nuestro amor, invitar a nuestros vecinos a orar y tomar un café, sentarse en el balcón junto con un familar sin el celular, orar diariamente por un miembro de su iglesia, incluyendo a su figura pastoral, ofrecer labor voluntaria en un hogar de envejecientes o infantes, llamar a familiares de los cuales no sabe hace más de 6 meses, y la lista puede ser interminable, según el Espíritu Santo va trayendo al corazón.

 

Oración

Buen Dios, damos gracias por el mejor regalo a la humanidad, tu nacimiento extraordinario en una envoltura en un lugar ordinario. Que así nos inspires para en esta temporada darnos como ofrenda en servicio y amor a los demás, Amen.

 

Cántico

Mi abrazo por Lourdes Toledo

Coro:

Toma mi abrazo en la Navidad,

Lo ofrezco como regalo.

Con él te entrego mis manos

Que trabajan por la paz.

Mi amanecer la esperanza

Y la ilusión de la libertad.

 

Oportunidad de la semana

Efectuar su propia lista de regalos con significados, como familias e individuos.