¡Mira bien por dónde caminas!

junio 2017

Semana 41

 

«¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?» Mateo 7.4-5

 

Confieso mis muchos pecados: en más de una ocasión pasé corriendo por el lugar que mi mamá o mi abuelita habían acabado de mapear.  Deje mis huellas allí donde estaba mojado y en ocasiones las huellas fueron acompañadas de tierra o fango.  Por supuesto, que mis andanzas no fueron siempre bienvenidas, pero poco a poco fui aprendiendo y entendiendo por dónde podía caminar y por dónde no podía caminar.  La historia se repitió, pues con los años yo era el que mapeaba y entonces debía dirigir a mis hijos por dónde podían caminar.  Dios está dispuesto a dirigirnos a lo largo de nuestra vida, pero más aun desea que nosotros y nosotras seamos sus instrumentos y guiemos a otros y otras.  Según aprendemos, debemos también estar dispuestos a ensenar a otros.  Recuerdo una anécdota donde un padre y su hijo iban caminando por un camino fangoso y difícil mientras iba oscureciendo, así que el padre le dijo al hijo: mira bien por dónde caminas”.  A lo cual el hijo le respondió: “no, mejor mira bien tú por dónde caminas, yo solamente estoy caminando en tus pisadas”.  Así mismo es en la vida, aun sin darnos cuenta dejamos huellas para otros y otras, con nuestro ejemplo, con nuestras acciones, con nuestro fruto damos dirección y animamos o desanimamos a las demás personas.  No podemos pretender guiar a otras personas, si ni siquiera sabemos bien para dónde vamos.  Créanme que ya hay demasiados malos ejemplos en el mundo.  Demasiado odio, demasiado dolor, demasiada venganza, demasiada avaricia.  Tenemos que convertirnos en ejemplos de lo contrario.  Tenemos que proclamar el reino de Dios, vivir conforme a los valores de ese reino, y amar como Cristo.  Esa es la única manera en que lograremos cambiar la dirección en la que va nuestro mundo para llevarlo hacia la paz y la armonía.

 

CÁNTICO: Que mi vida entera esté

 

Que mi vida entera esté, consagrada a Ti, Señor.

Que mis manos puedan guiar, el impulso de Tu amor.

 

Coro: Lávame en Tu sangre, Salvador, límpiame de toda mi maldad.

Traigo a Ti, mi vida para ser Señor, ¡Tuya por la Eternidad!

 

Que mis pies tan solo en pos, de lo santo puedan ir.

Y que a Ti, Señor, mi voz, se complazca en bendecir.

 

Oración

Amado Dios, déjame ver las vigas en mis ojos, ayúdame a sacarlas de ahí.  Permítenos entonces caminar a Tu lado y que andando contigo aprendamos de Ti a amar como Tú amas.  En el nombre de Jesús.  Amén.

Oportunidad de la semana

Dios nos da oportunidades para hacer el bien todos los días, también nos permite encontrar oportunidades donde podamos escoger entre lo bueno y lo correcto, para dar sin esperar recibir.  Les invitamos a que llevemos un pequeño diario de las oportunidades que se nos presenten durante una semana y luego intercambiemos experiencias en familia.