Del agua mansa líbreme Dios…

Noviembre 2016 /Semana 11

Del agua mansa líbreme Dios…

Texto bíblico – Mateo 6.25-34

 “La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor.”

Reflexión 

¿Cuántos de nosotros en ocasiones nos sentimos sobrecargados meramente por las interacciones de la vida diaria?  Tenemos que sobreponernos a nosotros mismos para enfrentarnos a las gestiones de todos los días que nos requieren hablar con otras personas, solicitar servicios, buscar ayuda y conseguir completar determinadas acciones en bancos, tiendas, y oficinas gubernamentales.  Cada uno y cada una tiene unos dones particulares, únicos y específicos que nos ha dado el Creador.  Y algunos de nosotros caemos en la clasificación de personas introvertidas.  Tal vez no seremos nunca el alma de la fiesta, ni los primeros en hablar en una reunión familiar, ni los más asertivos ante el reto de una negociación de compra.  A veces, el proyectarnos como personas mayormente calladas, puede conducir a que otras personas nos vean como incapaces de realizar ciertas tareas.  O lo que sería peor, pueden pensar que esa persona calladita se trae algo entre manos, tiene una agenda escondida, o en cualquier momento van a salir a la luz sus planes secretos.  De ahí que a veces utilicemos el conocido refrán sobre el agua mansa representando de alguna manera un peligro escondido del que solamente Dios nos puede librar.  Las personas introvertidas experimentan con frecuencia el prejuicio y el discrimen de quienes tienen otros talentos y otros estilos de comunicación.  Vivimos en una sociedad que con frecuencia recompensan el ruido, la altisonancia, y la agresividad en las interacciones humanas.  Pero la escritura nos recuerda con frecuencia que necesitamos también hacer uso de estos otros dones y talentos.  Necesitamos quien pueda traer la blanda respuesta, y con ella desinflar la ira y el coraje de un momento dado.  Necesitamos de quien nos pueda dar una perspectiva diferente y nos pueda mostrar la belleza del silencio, la fortaleza de la paz y el fruto de un camino donde vamos con paciencia.  Damos gracias a Dios por ti, y por ti, y por ti.  Todos y todas con dones y talentos diferentes.  Todos y todas necesarios como parte del cuerpo de Cristo.  Gracias por el agua mansa, y gracias también por el arroyo raudo y veloz.

 

Cántico

Canta aleluya el Señor….

Canta aleluya al Señor.

Canta aleluya, canta aleluya.

Canta aleluya al Señor

 

Oración

Amado Dios, ayúdanos a ver en cada hermano y en cada hermana los dones y talentos que Tú has puesto para la edificación del cuerpo de Cristo, que es Tu Iglesia.  Que podamos entender la aportación que nos trae cada uno y cada una.  Que podamos aceptarnos también, amado Dios, cuando notemos en nosotros y nosotras las diferencias que Tú mismo has puesto ahí.  Gracias por Tus dones preciosos, ayúdanos a borrar todo prejuicio y discrimen y a perdonarnos más.  En el Nombre de Jesús.  Amén.

 

Oportunidad de la semana

¿Qué tal si hacemos un listado de esas personas cercanas en nuestro trabajo o en la Iglesia, que son más calladitas, y en quienes a veces no nos fijamos mucho?  ¿Podemos ver cómo nos han bendecido en un momento dado?  ¿Podemos describir uno o más talentos que poseen?  Y por último, que tal si nos acercamos a ellos y ellas y les damos las gracias por lo que también recibimos a través de ellos y ellas.