Altar familiar – 1 de abril de 2020

Rvda. Marinés Santiago Calderón- Pastora ICDC Río Nuevo

El Dios que habla en el silencio

  • Hagan una oración de gratitud a Dios porque siempre quiere hablarnos.
  • Lean la Palabra de Dios en Habacuc 2.20 (NTV).

“Pero el Señor está en su santo templo. Que toda la tierra guarde silencio delante de él”.

  • Meditemos.

Desde el anuncio del toque de queda en el país he comenzado a vivir una experiencia única. Vivo cerca de una avenida principal y el ruido en todas sus variantes forman parte de los sonidos diarios. Estar dentro de mi hogar en silencio no era tan sencillo. Cuando anunciaron que los negocios permanecerían cerrados se añadió otras horas de silencio adicional. Para quienes estimamos la soledad y el silencio como parte de la espiritualidad sabemos lo especial que han sido estos días de cuarentena. 

La mañana se ha convertido en una sinfonía de aves, ruiseñores, pitirres, zorzales, entre otras más. Sus cantos me hablan de Dios. Ningún ave canta igual que las demás. Ninguna desentona, ninguna opaca la otra. Es la armonía que la naturaleza posee. En la noche es otro concierto; grillos, sapos y coquíes componen la orquesta. 

Una tarde de completo silencio, mientras leía, se escuchaba no muy lejano el sonido de un piano. Una melodía llena de ternura que algún vecino tocaba desde su hogar. Adoré a Dios por tener oídos y sentidos abiertos para recibir aquel regalo de amor. 

Sí, Dios habla de múltiples formas en el silencio. Si apagáramos aún las voces y ruidos internos, podríamos percibir su voz en el centro de nuestro ser. Es desde esa voz suave que encontramos la paz y las fuerzas para continuar la jornada de la vida con plenitud de esperanza y fe. ¿Has oído a Dios en medio de esta cuarentena? ¿Que otra manifestación de Dios has podido ver en tu vida y familia?

  • Oremos juntos: 

Señor y director de la sinfonía de la vida, danos la sensibilidad de oír tu voz en el silencio o en el ruido. Que tu voz penetre nuestro corazón e imparta vida y paz.

  • Entonemos el cántico: Paz, cuan dulce paz
  • Motivos de oración: 
  1. Para que podamos reafirmar nuestra confianza en Dios en medio de esta pandemia. 
  2. Por las personas enfermas que tienen su sistema inmunológico comprometido. 
  3. Por quienes se sienten solos para que sientan el abrazo y sustento de Dios.