Altar Familiar: Semana 1 de noviembre de 2020

Pastor Khin Raziel Fines Hernández
Pastor Asistente
ICDC en Buena Vista

No seamos estatuas de sal

Oración de gratitud por la presencia del Señor

Llamado a Adoración

Salmos 56.3-4 TLA
3-4 Cuando siento miedo,
confío en ti, mi Dios,
y te alabo por tus promesas;
Confío en ti, mi Dios,
y ya no siento miedo.
¡Nadie podrá
hacerme daño jamás!

Entonemos el cántico: Ya No Soy Esclavo https://www.youtube.com/watch?v=Ys5wgtXAeoE

Me envuelves hoy con una canción
Melodía de Tu amor
Cantas libertad en mi adversidad
Hasta que no haya temor

//Ya no soy un esclavo del temor
Yo soy hijo de Dios//

Desde el vientre fuí escogido en Ti
Me llamó el amor
De nuevo nací, recibido en Ti
Tu sangre en mi fluyó
//// Ya no soy un esclavo del temor
Yo soy hijo de Dios ////

Estoy rodeado
Por los brazos del Padre
Estoy rodeado
Por canciones de libertad
Fuimos liberados
De ataduras
Somos los hijos y las hijas
Cantaremos libres

Abriste el mar para que yo camine
Tu amor ahogó todo el temor
Me rescataste y hoy yo cantaré
Yo soy hijo de Dios
Abriste el mar para que yo camine
Tu amor ahogó todo el temor
Me rescataste y hoy yo cantaré
//// Yo soy hijo de Dios ////
//Ya no soy un esclavo del temor
Yo soy hijo de Dios//

Reflexión

La mente es una cosa increíble, hay cosas que pasan por nuestra vida que por más que queramos atesorarlas simplemente se nos olvidan, pero hay otras que inexplicablemente quedan marcadas en nuestra memoria toda una vida. Y uno de esos momentos, que ha quedado grabado en mi mente para siempre, es mi madre contándome la historia de Lot y su esposa cuando yo era niño. Recuerdo estar tan inmerso en el relato, que hasta sentía la ansiedad de caminar sin poder mirar a atrás, pensar en escuchar la destrucción a mis espaldas y luchar con vencer la gran curiosidad de ver lo que está sucediendo. Le hice varias preguntas a mi madre; ¿Cómo son las estatuas de sal?, ¿Si Lot dejó a atrás la estatua o se le llevo con él? o ¿Si alguien en algún momento había encontrado la estatua? Aun hoy no sé qué me cautivo de esa historia, a diferencia de tantas que me narró mi mamá. Lo que sí puedo, es dar gracias a Dios por permitirme guardarla en mis recuerdos, porque hoy aprecio esa historia con otros ojos y más en los momentos que estamos viviendo.

En días como hoy que se nos exhorta seguir adelante como Iglesia, como padres y madres de familias y en fin como cristianos. En tiempos que se nos enfatiza tanto sobre las decisiones y sobre nuestro futuro, me hace reflexionar en cuán importante es seguir hacia la meta y no mirar atrás. La palabra enseña en Filipenses 3.13-14:

Hermanos, yo mismo no considero haber{lo} ya alcanzado; pero una cosa {hago:} olvidando lo que {queda} atrás y extendiéndome a lo que {está} delante, prosigo hacia la meta para {obtener} el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Es por esta razón por la cual nuestro pasado tiene que permanecer en el pasado. No podemos permitir que nuestra pasada manera de vivir, errores, nuestras faltas o tropiezos nos atormenten en el día presente. Si le damos cabida a esos pensamientos, nos sucederá como a la esposa de Lot, nos convertiremos en estatuas de sal y pereceremos en el camino. Los anhelos de nuestro Dios es que vivamos disfrutando la gracia que ha sido derramada sobre nuestras vidas a través de nuestro Señor Jesucristo. Que podamos deleitarnos en la obra nueva que ha hecho en nuestra vida a través del arrepentimiento, misericordia y perdón. Es por esto por lo que la palabra nos testifica en 2 Corintios 5.17:

De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura {es}; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.

Así que hoy aceptemos la obra redentora de Jesucristo en nuestra vida, prosigamos firmes adelante en el nombre del Señor sin temor alguno, viviendo en plena confianza por su amor y decidiendo en nuestra vida en no convertirnos en estatuas de sal.

Entonemos el cántico: En ti estoy firme https://www.youtube.com/watch?v=5mDO8lxIWDs

Si la tiniebla viene a atropellar
Y el gozo me quiere robar
Si el dolor se quiere apoderar
Firme permanezco, firme permanezco

Porque tu amor vence el temor
Cuando en ti estoy firme
Tu amor vence el temor
Cuando en ti estoy firme
Tu amor vence el temor
Cuando en ti estoy firme
Tu amor vence el temor
Cuando en ti estoy firme

La vergüenza no tiene lugar
Y las mentiras no me atraparán
Sin miedo mi pasado dejo atrás
Firme permanezco, firme permanezco

Porque tu amor vence el temor
Cuando en ti estoy firme
Tu amor vence el temor
Cuando en ti estoy firme
Tu amor vence el temor
Cuando en ti estoy firme

Es tu poder que nos da libertad
Y puede aún los muertos levantar
Es tu poder que borra la maldad
Hay poder en tu nombre, hay poder en tu nombre

Tu amor vence el temor cuando en ti estoy firme
Tu amor vence el temor cuando en ti estoy firme
Tu amor vence el temor cuando en ti estoy firme
Tu amor vence el temor cuando en ti estoy firme
Tu amor vence el temor cuando en ti estoy firme
Tu amor vence el temor cuando en ti estoy firme

Oración de intercesión:
Pidámosle a Nuestro Dios que nos ayude a mantenernos con nuestra mirada fija en El, así como en las promesas y planes que tiene para nosotros. Que vivamos confiando que Él es nuestra roca inconmovible, y confiando que su amor nunca cambia.