La presencia de Dios, nuestra guía y fortaleza

30 de marzo de 2017

Éxodo 11-13

«21 Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche.  22 Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.  Éxodo 13:21-22

 

El libro de Éxodo es uno de esos libros que nos habla acerca de la presencia de Dios.  Es en el Pentateuco que esta idea de presencia de Dios se ve manifiesta en la nube.  En el éxodo, la nube preside y guía a Israel, por lo tanto, la presencia de Dios es central para la fe y esperanza del pueblo.  La nube guio al pueblo de día y de noche una columna de fuego; la presencia de Dios nunca se apartó en el camino a la tierra prometida.

No hay nada más serio que alejarnos de la presencia de Dios.  En un momento, Moisés le dice a Jehová: “sino no vas con nosotros, no nos hagas salir de aquí”.  Esa es la esencia del entendimiento espiritual sobre nuestra relación con Dios.  Qué valor tiene la tierra que fluye leche y miel si Dios no está con nosotros.  El pueblo vio que estar en la presencia de Dios, en Su compañía, era infinitamente más importante que la tierra prometida.

Permítame traer este asunto al día de hoy utilizando el Salmo 42: «Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por Ti, oh Dios, el alma mía.  Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo…».  El salmista no está detrás de las bendiciones, él quiere al Dios vivo.  No podemos atravesar el desierto si Dios no está con nosotros, Su presencia es esencial.  No hay nada en el mundo que pueda compensar la ausencia de Dios.

 

Oración

Buen Dios, Te damos gracias por Tu presencia en medio nuestro.  Ella nos fortalece y nos guía en los desiertos de la vida.  Enséñanos a estar conscientes de Tu divina presencia y que podamos entender que no hay nada más importante que andar en Tu voluntad.  Te lo pedimos todo en el Nombre de Jesús.  Amén.