Dios está trabajando

14 de marzo de 2017

Génesis 29.15-30.43 

“Y se enriqueció el varón muchísimo, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y asnos.” Génesis 30.43 (RV1960)

Los años que Jacob pasó al lado de su tío Labán, fueron una prueba muy difícil.  Trabajó muy duro y lo hizo con tenacidad.  Nunca olvidó las promesas que Dios había hecho a sus padres y que habían de hacerse una realidad en su vida, pero sí es posible que se haya impacientado y llegado a pensar que aquellos años representaban un “atraso” en la agenda de Dios para su vida.

Nada más lejos de la verdad.  Mientras Jacob trabajaba por sus mujeres, Dios lo preparaba, formaba, enseñaba y prosperaba.  Él le conocía y sabía que necesitaba limar ciertas asperezas en su carácter.  ¿Acaso no había sido Él quien lo había escogido desde el vientre de su madre?  Sí, pero necesitaba equiparle para que pudiera llegar a ser el líder espiritual de la progenie que le había prometido.  Quizás Jacob no lo sentía en ese momento, pero al final se dio cuenta de que Dios estaba trabajando.

Como Jacob, en ocasiones atravesamos momentos en los que pudiéramos pensar que todo se detiene en la agenda de Dios para nuestras vidas.  Nos encontramos como en una “burbuja” en la cual hay un vacío de toda actividad divina.  No pasa “nada” en nuestras vidas, no avanzamos y las circunstancias, no parecen encaminadas a lo que Dios ha prometido.  Peor aún, Su voz se hace casi imperceptible.  En esos momentos, no lo vemos, pero Dios está trabajando.

Es posible que hoy atravieses uno de esos días.  Si es así, no desesperes, Dios está trabajando en ti.  Sigue adelante, haz lo que ponga en tus manos y hazlo para Él.  Dios tiene un plan y con seguridad, en Su tiempo verás cumplidos Sus propósitos y manifestado Su poder.  Ése día podrás contar las grandes cosas que hará en medio de ti y dirás: “verdaderamente, Dios estaba trabajando”.

 

Oración

Dios eterno, mi Señor.  Hoy Te pido que me ayudes y fortalezcas en el día difícil.  Por favor, afina mi oído, lléname de Tu presencia y, en medio de los procesos de la vida, afirma en mi corazón Tus propósitos y Tus promesas.  En el nombre de Jesús.  Amén.