Altar familiar – 29 de mayo

Rvdo. Luis F. Ramos Román 

Pastor ICDC Pájaros Candelaria

Región 3

Un retoño que brota raíces

Comencemos con un llamado a la adoración

Salmo 34.1-10 (NVI)

1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca.

2 En Jehová se gloriará mi alma; Lo oirán los mansos, y se alegrarán.

3 Engrandeced a Jehová conmigo, Y exaltemos a una su nombre.

4 Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores.

5 Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados.

6 Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias.

7 El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende.

8 Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él.

9 Temed a Jehová, vosotros sus santos, Pues nada falta a los que le temen.

10 Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.

Entonamos el cántico: “Bendeciré a Jehová en todo tiempo”

Bendeciré a Jehová en todo tiempo,

su alabanza en mi boca estará.

En Jehová se gloriará mi alma;

lo oirán los mansos y se alegrarán.

Engrandeced a Jehová conmigo,

exaltemos a una su nombre.

Busqué a Jehová y Él me oyó

y de todos mis temores me libró.

Oración de Gratitud 

Reconociendo la presencia de Dios en medio del hogar en el que se encuentran reunidos. Dándole las gracias por dicha presencia, por sus cuidados y la bendición de poder estar reunidos como familia.

Lectura bíblica: Isaías 11.1-5

Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.

Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.

Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos;

 sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.

Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.

Meditemos: 

Hace un tiempo atrás, un árbol de la iglesia cayó al suelo debido a una fuerte ventolera. Nos sorprendió mucho, ya que este árbol había resistido el huracán María. Cuando fuimos a ver notamos que el árbol había sido devorado desde el interior por un comején. Nunca nos dimos cuenta de que el árbol estaba enfermo. Debido a esto, tuvimos que cortarlo en pedazos para disponer de él. Al pasar el tiempo, nos dimos cuenta de que había nacido un retoño de una de sus raíces. Por alguna razón, este árbol era capaz de sobrevivir a pesar de todas estas circunstancias. 

El profeta Isaías nos presenta que, de la descendencia de Isaí, nacería un retoño que traería un reinado de paz y justicia. Una de las traducciones bíblicas lo presenta de la siguiente manera: “brotará un Retoño nuevo que dará fruto de la raíz vieja. Y el Espíritu del Señor reposará sobre él”. Me llama la atención dos cosas de este texto: la primera, que el retoño brotará de una raíz. Lo segundo, que el Espíritu reposará sobre él. 

Cuando pienso en una raíz me vienen a la mente varios textos bíblicos. El primero es la “Parábola del Sembrador” que se encuentra en Lucas 8. Allí dice que las personas que no echan raíces profundas y no alcanzan humedad, cuando llega el tiempo de la prueba se apartan. El segundo se encuentra en Jeremías 17.7-8, donde compara al ser humano que confía en Jehová con un árbol que extiende sus raíces junto a la corriente. Debido a esto, no temerá, no se angustiará y no dejará de dar fruto. En ambos casos, se relacionan las raíces con dar fruto. Es decir, la confianza en Dios y su palabra produce perseverancia y fruto. 

Ahora, cuando leo que “…el Espíritu reposará sobre él”, mi primera referencia es el bautismo de Jesús, en especial la narración de Juan 1.32-33. Allí Juan relata que vio cuando el Espíritu, en forma de paloma, descendió sobre Jesús y reposó sobre Él de manera permanente. Sin duda alguna, Isaías nos plantea que el Espíritu Santo lo iba a equipar con dones: espíritu de sabiduría y de entendimiento; espíritu de consejo y de fortaleza; espíritu de conocimiento y de temor de Jehová. Claramente, estos dones hoy están disponibles para cada uno de nosotros a fin de capacitarnos para edificación de la iglesia. 

En resumen, el Espíritu Santo de Dios está dispuesto a regalarnos dones para la edificación de la iglesia. Pueden ser cualidades intelectuales, de carácter administrativo o espiritual; en todas y cada de una de ellas se requiere confianza en Dios y en su palabra. Por lo tanto, queda de nosotros dar a conocer nuestros frutos aún en medio de los tiempos malos. Al igual que Isaías, creemos que en los días por venir la iglesia echará raíces mas profundas, por consiguiente, crecerá y florecerá; llenará el mundo entero de fruto por cuanto ha puesto su confianza en Dios.

Así nos ayude Dios.

Oración Final 

“Dios en este día recibe nuestra vida como ofrenda de olor fragante. Te pedimos que cada día podamos confiar en ti de manera que otros puedan ver el fruto de tu Espíritu en nosotros. Que los dones que nos has dado los podamos utilizar para la edificación de la Iglesia, y para servir a los mas necesitados. Creemos que la Iglesia crecerá y florecerá aún en los tiempos de dificultad, porque ha sido sembrada junta a aguas de corrientes de vida. En el nombre de Jesús te lo pedimos. Amén.”