Altar familiar – 28 de mayo

Pastora Elizabeth Lozada Centeno

Pastora ICDC Santa Rosa II

Región 2

MI CUERPO ESTÁ ENCERRADO, PERO MI MENTE ALABA A DIOS

Comencemos con una oración de gratitud a Dios

“Señor, gracias por un día más de vida que nos regalas. Gracias por tu acompañamiento diurno y nocturno. Gracias por tu provisión en medio de esta crisis general. Derrama hoy sobre nosotros tu amor, la esperanza y sobre todo tú paz. Hoy deseamos adorarte, y decirte que Tú, eres primero en nuestras vidas. Recibe hoy nuestra adoración. Amén”.

Entonamos los cánticos: Hoy más que nunca, Señor, yo te amo y Si el Espíritu está aquí

Hoy más que nunca, Señor, yo te amo. 

Hoy más que nunca, Señor, te necesito. 

Hoy más que nunca, Señor, quiero decirte: 

“Que te amo hoy, más que nunca, Señor”.

Si el Espíritu está aquí, hay paz. 

Si el Espíritu está aquí, hay amor. 

Si el Espíritu se mueve, todo puede resolverse. 

Si el Espíritu está aquí, está el Señor.

Lectura bíblica: 1 Crónicas 16.8-11

“Alaben al Señor, proclamen su nombre, ¡testifiquen de sus proezas entre los pueblos!  ¡Cántenle, cántenle, ¡salmos! ¡Hablen de sus maravillosas obras! ¡Gloríense en su nombre santo!  ¡Alégrense de veras los que buscan al Señor!  ¡Gloríense en su nombre santo! “Refúgiense en el Señor y en su fuerza, busquen su presencia”. ¡Recuerden las maravillas que ha realizado, los prodigios y los juicios ha emitido! Descendientes de Israel, su siervo, hijos de Jacob, sus elegidos.”

Entonamos los cánticos: A Ti atribuimos y Bueno es alabar, oh, Señor

A Ti atribuimos, la Gloria. A Ti, atribuimos la Honra.

A Ti, atribuimos poder y majestad. Santo es el, Señor.

//Bueno es alabar Oh, Señor, tu nombre. Darte gloria, honra y honor por siempre. 

Bueno es alabar Oh, Señor y gozarme en su poder. //

Porque grande eres Tú, grandes son tus obras.

Porque grande eres Tú, grande es tu amor, grande es tu gloria.

Meditemos: 

Hace días atrás, vi y escuché por la plataforma de Facebook, uno de los capítulos de un programa de un concurso de talentos. En esta ocasión el cantante que adicionó era un caballero de raza negra, oriundo de Lousiana. En la entrevista previa a su adición relató, que estuvo preso por 37 años, siendo inocente del crimen que se cometió. Sólo por ser negro, pobre, con poca escolaridad. Ahora, libre, con muchos deseos de participar en un concurso de aficionados cantando llegó hasta la audición. Una prueba de ADN realizada encontró que su sangre no era compatible con la evidencia del tribunal. Así que fue un error y lo dejaron en libertad.

Ante la pregunta: “Entonces, ¿Cómo sobreviviste a tan dura prueba?”. Él respondió: “Mi cuerpo estaba encarcelado, estaba encerrado, aislado del mundo e incomunicado, pero mi mente NO”. Allí mismo expresó su gratitud a Dios.

Cuando nos encontramos con respuestas como éstas podemos constatar cuán grande es Dios, que en medio de pruebas tan intensas mantiene al ser humano de pie, seguro de que, ésta, aunque esa sea su circunstancia para el resto de su vida, su mente y corazón estarán llenos de fe, esperanza y paz. Cuando caminamos en lo correcto, en lo verdadero, siendo honestos, siendo fieles a los mejores ideales nada nos detiene. No hay prisión, no hay casa u otro lugar, no hay Covid-19 que pueda.

Esta actual pandemia podrá tenernos guardados, distanciados socialmente y hasta algunos dirán: “Estoy en una prisión”. Los que amamos al Señor no perderemos la fe, esperanza y la paz. Pues sabemos que Dios tiene para nosotros algo mejor como bien nos relata la Biblia en Romanos 8.28 versión La Biblia de las Américas: “Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito”. La fe, la esperanza y la paz con como tres hermanas que siempre andan juntas. Las tres coexisten entre sí. La fe no da oportunidad de ver donde no hay. La esperanza nos permite anhelar lo que viene. Y la paz nos permite estar tranquilos mientras esto ocurre. Juntas las tres, se hacen maravillas en Cristo Jesús. 

Concluyo en mis palabras parecido al cantante que audicionó: “Mi cuerpo está en mi casa, cuidando a mi familia y a mí del Coronavirus. Mientras tanto mi mente ADORA, ALABA y COMUNICA las bendiciones aun en tiempos de dificultad”.

Oración de intercesión“Recibe hoy, Señor, esta ofrenda de adoración que sale de nuestra mente, de nuestro espíritu y sobre todo de nuestro corazón. Escúchala, que suba a tu trono como incienso de olor fragante. Nuestras circunstancias personales y colectivas también suben a tu trono. Te pedimos, que en el momento perfecto tuyo, nos las concedas. Mientras tanto, TODOS, esperamos en Ti. En el nombre del Señor, oramos. Amén”.